Ciudad de Panamá (AFP) – La fiscal jefe de Panamá, Kenia Porcell, mostró este lunes su preocupación ante la posibilidad de que el caso contra el expresidente Ricardo Martinelli por presunto espionaje termine siendo anulado.
En un video distribuido por la Fiscalía panameña, Porcell denuncia que el magistrado presidente encargado de la Corte Suprema de Justicia, Hernán De León, se reunió con ella para advertirle que van a «tumbar» el caso.
«En muchas ocasiones siento impotencia al ver cómo gana la impunidad y la corrupción a la justicia, la ética y los valores. Me preocupa en demasía el futuro que dejaremos a nuestros hijos», dice Porcell visiblemente enojada.
Seguidamente afirma que el pasado 30 de julio se reunió en su despacho con De León, quien le habría manifestado que el caso que la Corte sigue contra Martinelli está «enredado».
El «caso RM (Ricardo Martinelli) se va a caer, lo vamos a anular, lo vamos a tumbar», dijo Porcell citando a De León.
Además, la fiscal sostuvo que el magistrado denunció presuntas grabaciones en su contra para presionarlo, aunque no dio detalles.
En un comunicado, De León confirmó la reunión, pero «lamentó profundamente» las declaraciones de Porcell porque permite «tergiversar» los hechos y «desacreditar las decisiones que debemos emitir los jueces».
Además, negó «enérgicamente» haber recibido «presiones de ningún tipo».
Martinelli (2009-2014) es investigado por la Corte Suprema debido a su condición de diputado del Parlamento Centroamericano al momento de ser denunciado, tras abandonar el poder en 2014.
Está acusado de espiar a unos 150 opositores a su gobierno, y la fiscalía pidió 21 años de cárcel.
Si el caso fuera desestimado por la Corte, podría regresar a la fiscalía del Estado y ser tratado por la justicia ordinaria.
Martinelli, de 66 años, está actualmente detenido tras ser extraditado el 11 de junio desde Estados Unidos a Panamá.
El exmandatario, un multimillonario empresario que llegó al poder con un discurso contra la corrupción, acumula ahora una veintena de investigaciones en su contra.
Sin embargo, se ha defendido alegando que todo se trata de una «venganza» del actual presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, antiguo aliado suyo y hoy rival político.