Caracas (AFP) – El diputado opositor venezolano Juan Requeses, preso por supuestamente colaborar en el «atentado» denunciado por el presidente Nicolás Maduro, se comunicó este domingo telefónicamente con sus familiares, que sin embargo aseguran no poder dar fe de sus condiciones.
«En horas de la mañana fuimos contactados telefónicamente (…) por Juan Requesens. En esta llamada Juan nos comentó sobre su estado y realizó algunas solicitudes de implementos para el aseo personal», señaló la familia del legislador en un comunicado.
Sin embargo, añadió que desconoce y no puede dar fe «de las condiciones físicas, de salud y psicológicas» del parlamentario, detenido el pasado martes por el servicio de inteligencia, acusado de colaborar en el ataque con dos drones que explotaron el 4 de agosto cerca de la tarima en la que Maduro daba un discurso durante una parada militar.
La familia denunció que aún no ha podido ver a Requesens para «constatar su estado físico» y que tampoco se ha permitido que sus abogados conversen con él.
«Rechazamos este tipo de acciones que simplemente confirman que Juan Requesens es un rehén del régimen de Nicolás Maduro», indica el comunicado.
Los familiares del político, al igual que la oposición, denuncian que su arresto es ilegal pues se produjo antes de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -acusado de servir al gobierno- dispusiera su enjuiciamiento.
También rechazan por «inconstitucional» que la oficialista Asamblea Constituyente lo despojara de la inmunidad, pues esto solo puede hacerlo el Parlamento -de mayoría opositora- y no un órgano en todo caso «ilegítimo».
«Es una desaparición forzada (…), no se brindó asistencia jurídica ni se informó de su ubicación», añade el texto.
El viernes, el parlamentario fue trasladado a los tribunales, pero su audiencia fue diferida para el lunes.
Maduro divulgó el sábado un video en el que Requesens afirma en prisión haber tenido contacto con Rayder Alexander Russo, quien supuestamente dirigió el entrenamiento de los atacantes en Colombia.
Pero aclara que no lo conoció personalmente.
El viernes, en otro corto extracto difundido por el gobierno, el diputado dice que ayudó a Juan Monasterios, exmilitar detenido por los hechos, a ingresar a Venezuela desde Colombia por solicitud del exiliado legislador Julio Borges.
Monasterios testificó haber participado en el ingreso de los drones desde el país vecino.
Sin embargo, en ninguna de las grabaciones Requesens menciona haber estado al tanto del supuesto complot.
Los opositores denuncian que el político fue amenazado o drogado para dar ese testimonio.
«Para que una confesión tenga valor probatorio debe ser libre, voluntaria, espontánea y expresa», escribió en Twitter el abogado Juan Manuel Raffalli.
El viernes circuló en redes sociales otro video en el que se ve a Requesens vestido solamente con unos calzoncillos sucios, recibiendo órdenes de un hombre que le pide voltearse mientras es filmado.
Aludiendo a esa grabación, sus familiares dicen estar «sumamente preocupados por su integridad física y psicológica».