Caracas (AFP) – La pesquisa por el atentado que asegura haber sufrido el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio un giro luego de que un diputado opositor admitiera bajo arresto haber tenido contacto con uno de los supuestos implicados.
«Hace varias semanas fui contactado por (el diputado) Julio Borges que me pidió el favor de pasar a una persona de Venezuela a Colombia. Se trata de Juan Monasterios, me contacté con él a través de la mensajería» de texto, dijo Juan Requesens a un fiscal, según un video difundido por el gobierno este viernes en el que solo aparece el legislador.
Primero Justicia, partido de Borges y Requesens, denunció que al diputado detenido no le han permitido ver a sus abogados.
Monasterios es un exmilitar de la Guardia Nacional, quien luego de su captura testificó haber ayudado a ingresar los dos drones que explotaron durante una ceremonia militar encabezada por Maduro el pasado sábado en Caracas, hiriendo a siete militares.
La declaración de Requesens fue presentada por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, quien anunció además que el gobierno solicitó a Interpol la captura de Borges, exiliado en Colombia, por el «magnicidio en grado de tentativa» contra Maduro.
«Estamos solicitando código rojo para el señor Julio Borges», afirmó Rodríguez en rueda de prensa, e indicó que el pedido se extiende a otros presuntos implicados que viven en Colombia y Estados Unidos.
Borges desestimó la orden de captura en su contra e ironizó que «quienes tienen alertas rojas» son los funcionarios del gobierno de Maduro sancionados por varios países.
«Están sancionados en decenas de países del mundo porque se han robado el dinero de los venezolanos, porque han destruido los derechos humanos y la democracia», señaló en un video divulgado en sus redes sociales.
Requesens, de 29 años, fue detenido el pasado martes por el servicio de inteligencia (Sebin) en Caracas, luego de lo cual la oficialista Asamblea Constituyente les retiró la inmunidad parlamentaria a él y a Borges.
Borges consideró que Requesens fue amenazado o drogado para declarar lo que quiere el gobierno.
«No es el Juan Requesens que todos conocemos, no es ese joven luchador, (…), sino una persona llevada por químicos o por amenazas a que tenga que decir lo que el régimen quiere. Vean las pupilas dilatadas producto del uso de drogas», señaló.
Primero Justicia informó que Requesens fue trasladado a tribunales, pero la audiencia de presentación fue diferida.
«Requesens y Borges están directamente involucrados en la planificación y perpetración en grado cómplice y en grado de autor intelectual», subrayó Rodríguez.
– «Todos a la calle» –
En el fragmento de 47 segundos de testimonio presentando por Rodríguez, Requesens dijo que en su contacto con Monasterios medió Mauricio Jiménez, a quien él y el gobierno de Caracas identifican como funcionario de migración de Colombia.
Según el parlamentario, Jiménez facilitó un ingreso del exsargento a Venezuela desde Colombia. Monasterios dijo que tenía problemas migratorios.
«Me encontraba en San Cristóbal (Venezuela), nunca tuve contacto físico con Juan Monasterios, solo hice a través de la mensajería lo solicitado», sostuvo el diputado.
Borges insiste en que el plan de magnicidio es una «farsa» para perseguir a los adversarios de Maduro, confrontado a un enorme rechazo popular por la crisis socioeconómica.
Este viernes, diputados opositores y decenas de personas marcharon hasta la sede de la OEA en Caracas, donde entregaron un acuerdo aprobado por el Parlamento -de mayoría opositora- que pide desconocer la orden de captura contra Borges y exige liberar a Requesens.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a una protesta en Caracas el sábado también para exigir la excarcelación del diputado. «Todos a la calle», escribió la alianza en Twitter.
Según el gobierno, los atacantes fueron entrenados en la población de Chinácota, en el departamento colombiano de Norte de Santander.
Debido a ello y al rol de Jiménez, Maduro responsabiliza por el «atentado» al exmandatario colombiano Juan Manuel Santos.
En un video difundido por el mandatario el pasado lunes, Monasterios, con el rostro difuminado, afirma haber recibido ayuda de Requesens y del funcionario de migración para moverse en la frontera binacional, parcialmente cerrada.
«Llegando yo a San Cristóbal recibí un mensaje de texto del diputado Juan Requesens diciéndome que él era el encargado de pasarme al otro lado por medio de Julio Borges», afirmó el exmilitar, quien salpicó a varias personas.
El gobierno asegura que hay 20 implicados, diez de ellos detenidos.
Brasil advirtió este viernes sobre el «agravamiento de la represión» en Venezuela, condenando la detención de Requesens y la orden de captura contra Borges, según un comunicado de la cancillería.