Durante 27 años, Lourdes Cerin vio el Desfile de las Rosas por televisión, esperando algún día poder verlo en persona. Este año, ese sueño se hizo realidad.
“Me anime a venir aquí, donde mi hermana y ella me trajo al desfile”, dijo Cerin, quien vive en Dallas, Texas. “Siempre quiso verlo en persona y se me cumplió hoy”, añadió Cerin, quien esperaba emocionada el comienzo del desfile, en compañía de sus hijos Gerson y Stacy.
Su hermana Nelly Gil, residente en Highland Park, aprovechó la visita de Cerin para asistir al desfile.
“Yo no venía porque la madrugada cuesta.”, dijo Gil de origen guatemalteco. “Hasta caminando habría podido venir pero hace mucho frío”.
La ciudad de Pasadena celebró el comienzo del nuevo año con su tradicional Desfile de las Rosas. El tema de la edición 127, Encuentra tu Viaje, reunió una variedad de 42 carrozas y 19 bandas musicales que ofrecieron un despliegue de color y ritmo a lo largo del trayecto de 5.5 millas por el centro de la ciudad.
Desde tempranas horas de la madrugada, miles de personas comenzaron a llegar para ocupar las gradas desde donde podían observar el desfile. Sin embargo, en gran parte del Bulevar Colorado, los asistentes estuvieron acampando con varios días de anticipación para tener la mejor vista del desfile en forma gratuita.
Marco Duarte solía ser uno de los que veía el desfile desde la acera. Sin embargo, este año logró obtener boletos a través de la compañía donde trabaja, por lo que pudo disfrutar del evento por primera vez desde las gradas
“Es una gran diferencia porque es mejor verlo aquí sentado que parado. Aquí se mira más cerquita”, dijo Duarte quien vive en Pasadena y consiguió seis boletos, incluyendo para una tía que vino desde Hartford, Connecticut. “Allá [en la acera], había que levantarse más temprano y había gente en frente suyo. Aquí esta como más calmado”.
Para su madre, Milexi Murillo, fue una novedad, ya que la mayoría de las veces se quedaba en casa para evitar el frío y la incomodidad de estar parada varias horas.
“A mí no me gustaba venir porque allí parada tenía mucho frio pero aquí se esta mas cómoda”, dijo Murillo, de origen hondureño. “Aunque tenía un poco de temor pero después de me dije que no iba a pasar nada, con eso que están diciendo del terrorismo”, añadió.
Los temores de Murillo estaban bien fundados debido a las amenazas contra varios lugares de Estados Unidos, como Nueva York y Los Ángeles. Sin embargo, las medidas de seguridad desplegadas por las autoridades permitieron que el evento se desarrollara sin incidentes.
“Este año estoy viendo que hay más seguridad que el año pasado”, dijo Murillo.
Aunque originalmente tres bandas internacionales participarían en el evento solo la Preparatoria Toho, de Nagoya, Japón y las Águilas Doradas del Centro Escolar José María Morelos y Pavón de Puebla, México, pudieron asistir al desfile. La banda Pedro Molina del Instituto Pedro Molina, quienes representarían a Guatemala, no pudo asistir al desfile ya que la mayoría de los integrantes no pudo obtener la visa para viajar a Estados Unidos.
Las carrozas participantes invitaban a los presentes a dejar volar su imaginación y encontrar esa aventura que llevamos dentro, viajando a lugares remotos pero sin descuidar nuestra salud a través del ejercicio y los buenos hábitos alimenticios.
Sin embargo, a la familia Robles, de San Diego, la que más le gustó fue la que celebraba los 60 años de Disneylandia.
“En cuanto a los carros alegóricos, Disney se llevó la tarde”, dijo Sayda Robles. “Pero me gusta la comunidad, la gente, como todo se hace una sola nacionalidad, como ocurre con eventos multiculturales en donde todos somos uno mismo”.