México (AFP) – Con promesas de una «transformación radical», el izquierdista Andrés Manuel López Obrador se perfila como el ganador en las presidenciales de México del domingo, en una elección histórica que pone fin a casi medio siglo de alternancia entre los partidos tradicionales.
«Se trata de arrancar de raíz al gobierno corrupto», prometió López Obrador, de 64 años, el miércoles por la noche en el acto de cierre de campaña ante decenas de miles de personas de todo el país, congregadas en el Estadio Azteca.
«El principal problema es la corrupción (…) esa es la causa principal de la desigualdad social y la violencia», insistió el candidato puntero en todas las encuestas.
En su tercer intento de lograr la presidencia, López Obrador, conocido como AMLO, se presenta como ese candidato «anti-sistema» que supo canalizar el descontento contra las élites políticas tradicionales.
Salvo sorpresas de último momento, le llegó la hora al candidato de izquierda, que durante su carrera política ha desatado tanto odio como pasiones. El sentimiento de desencanto es generalizado y la mayoría de los mexicanos piden un cambio.
«Mucha gente como yo ya estamos hartos de nuestro gobierno, de los servidores públicos que ahora nos rigen, de un sistema de gobierno pobre que nos ha hundido en la miseria. Ya no podemos más», lamentó Albino Mejía en el estadio de la capital mexicana.
El presidente Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó ininterrumpidamente desde 1929 hasta el 2000, deja un gobierno que culmina el 1 de diciembre manchado por escándalos de corrupción y denuncias de impunidad y violaciones a los derechos humanos.
– Falta de «soluciones claras» –
Las últimas encuestas dan a López Obrador una amplia ventaja, superior a 30 puntos sobre Ricardo Anaya, impulsado por una coalición de derecha e izquierda (formada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano), mientras que José Antonio Meade, del oficialista PRI, aparece tercero.
El auge de AMLO, exjefe de Gobierno de Ciudad de México, ha sido sorprendente, según los analistas, bajo la coalición Juntos Haremos Historia conformada por su partido Morena, Encuentro Social (PES) y el Partido del Trabajo (PT).
Pero muchos alzan su voz ante la falta de estrategia clara de AMLO para resolver los graves problemas estructurales de México: desigualdad, corrupción, pobreza, violencia, inseguridad y narcotráfico.
También les preocupa cómo será tener a dos presidentes antagónicos a ambos lados del Río Grande, negociando asuntos álgidos como migración o un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Para México, segunda economía de América Latina, el TLCAN -trancado en tensas renegociaciones con Estados Unidos y Canadá– es vital, ya que un 80% de sus exportaciones van hacia el mercado estadounidense.
«No vemos en López Obrador soluciones claras ni innovadoras», opinó Fernando Dworak, analista y consultor político, en entrevista con la AFP.
La violencia es tal que manchó de sangre la campaña electoral mexicana. Desde septiembre, 124 políticos fueron asesinados, entre ellos 29 precandidatos y 18 candidatos, según un informe de la consultora Etellekt, que subrayó que esta ha sido la campaña electoral «más violenta» de la historia reciente del país.
«Sus propuestas carecen de profundidad, lo que probablemente significa que la seguridad continuará deteriorándose durante su mandato», denunció un informe del grupo Eurasia.
– «El lado correcto de la historia» –
Además de presidente, los más de 89 millones de mexicanos convocados a votar este domingo elegirán a gobernadores, alcaldes, concejales, juntas municipales, senadores y diputados locales y federales, entre otros cargos.
Según el Instituto Nacional Electoral (INE) hay más de 18.000 puestos públicos en disputa, la primera vez que se eligen tantos en un solo proceso.
Según los sondeos, hay una alta probabilidad de que la coalición de AMLO consiga la mayoría en la cámara baja. El panorama es más incierto en el Senado, por lo que los analistas advierten que deberá tejer alianzas.
Un escenario difícil en un país tan polarizado.
«La historia va a juzgar a quienes conociendo el riesgo de la alternativa autoritaria y antidemocrática de Andrés Manuel (López Obrador) lo han habilitado, un Andrés Manuel que amenaza a todos, a la Suprema Corte, a las Fuerzas Armadas y a las familias con sacar a los criminales», dijo Meade en su discurso final de campaña.