Los Angeles (AFP) – Entre sollozos, varios niños claman por sus padres: «¡mami!», «¡quiero ir con papá!», repiten, mientras se cuela en un llanto que apenas les permite respirar.
El sitio de noticias independiente ProPublica publicó una grabación en audio del interior de una instalación de la Patrulla Fronteriza en el que se escucha a niños llorar mientras un agente bromea: «Tenemos una orquesta».
«Faltaba el maestro».
«Yo no quiero que paren a mi papá, no quiero que lo deporten», susurra una niña. «Yo no me quiero separar de mi papi», dice otra.
El agente fronterizo pregunta en español: «¿De dónde son ustedes?» El Salvador, Guatemala, respondían los niños, parte de los 2.342 menores que entre el 5 de mayo y el 9 de junio fueron separados de sus familias al ingresar clandestinamente al país, de acuerdo con datos oficiales repasados al Senado.
La medida desató una ola de indignación generalizada en Estados Unidos.
Una de las voces que más destaca es de una angustiada niña salvadoreña de seis años que suplica que llamen a su tía.
«Me puedo ir con mi tía por lo menos», dice la pequeña. «Tengo el número de ella», agrega, explicando que lo había memorizado. «Y mi mami después que me venga a traer mi tía va a venir lo más pronto posible para irme con ella».
Según Pro Publica, el audio fue grabado la semana pasada por una persona que pidió no ser identificada.
La tía de la niña, contactada por el sitio de noticias, dijo que fue el «momento más difícil» de su vida.
«Imagínese recibir una llamada de su sobrina de seis años. Está llorando y me ruega que vaya a buscarla. Ella dice: ‘prometo que me comportaré, pero por favor sácame de aquí. Estoy completamente sola'».
La madre de la niña fue trasladada a un centro de detención en Port Isabel, Texas, y según la tía, no ha podido hablar con su hija.