Washington (AFP) – Estados Unidos mantendrá las sanciones económicas a Venezuela pese a la liberación del mormón estadounidense Joshua Holt, que regresó este sábado a su país tras permanecer casi dos años detenido en Caracas acusado de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
«Muy contento de que Josh Holt esté de vuelta en casa con su familia, donde siempre ha pertenecido. Las sanciones continúan hasta que la democracia regrese a Venezuela», escribió el vicepresidente Mike Pence en su cuenta de Twitter.
El senador Bob Corker, cuya reunión en Caracas el viernes con Maduro allanó el camino para la libertad de Holt y su esposa, la venezolana Thamara Caleño, informó que ambos se encuentran ya en territorio estadounidense.
«Estamos en casa», tuiteó el legislador, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, junto a fotografías en las que saluda a los padres de Holt.
En un video difundido por el senador por Utah, Orrin Hatch, que negoció desde 2016 la liberación de Holt, se ve al joven mormón fundirse en un largo y apretado abrazo con su madre Laurie, en medio de un emotivo reencuentro familiar.
Venezuela dejó el sábado en libertad a Holt y a su esposa en lo que consideró un «gesto» de «paz» hacia Washington, que le había impuesto nuevas sanciones tras calificar de «farsa» la reelección de Maduro el domingo pasado.
«Este es un gesto que enaltece a nuestro presidente (…) y que esperamos sea leído por esos factores que de manera permanente promueven la agresión y la violencia contra Venezuela como una intención profunda de búsqueda de paz», dijo.
Estados Unidos impuso en 2015 las primeras sanciones contra funcionarios venezolanos, que afectan actualmente a unas 70 personas y a una treintena de entidades, entre ellas la estatal petrolera PDVSA, pero las medidas se fueron endureciendo desde agosto pasado con el objetivo del gobierno de Trump de «restaurar la democracia» en Venezuela.
El asesor de seguridad nacional para asuntos latinoamericanos de Trump, Juan Cruz, dijo el viernes que Washington planea más sanciones a funcionarios venezolanos, pero buscará ser «muy cuidadoso» para evitar agravar la crisis económica y social en que está sumido el país.