Buenos Aires (AFP) – El presidente de Argentina, Mauricio Macri, llamó el miércoles a alcanzar un «gran acuerdo político» nacional para abatir el déficit fiscal y dio por superada la crisis cambiaria que lo obligó a pedir el auxilio del FMI.
«A la turbulencia cambiaria la consideramos superada, pero creo que es importante reconocer el momento de nerviosismo que vivió la población, hubo miedo, hubo angustia», dijo Macri en una conferencia de prensa.
El peso volvió a bajar ante el dólar al perder 0,65% tras la recuperación del martes aunque el Banco Central dijo haber interpretado «el mensaje del mercado», según su gobernador, Federico Sturzenegger.
El tipo de cambio cerró a 24,79 pesos por dólar un día después de que el Banco Central conjuró el peligro de un colapso financiero si fondos de inversión y ahorristas se volcaban a la compra de billetes verdes.
Macri admitió que pecó de optimista cuando llegó al gobierno a fines de 2015 con el discurso de abrir la economía tras una década de proteccionismo y de ese modo atraer inversiones y estimular el crecimiento.
«La autocrítica que me hago es que siempre he sido muy positivo. Tal vez puse metas ambiciosas para todos y no dijimos el diagnóstico duro», dijo.
La eliminación de subsidios a servicios públicos y la flotación del hasta entonces controlado tipo de cambio aceleraron la inflación y generaron malhumor social.
El gobierno está actualmente jaqueado por una inflación anual de más de 20% y déficits de cuenta corriente y fiscal cada vez más difíciles de solventar.
Macri ratificó lo dichos de su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al sostener que «vamos a tener un poco más de inflación y un poco menos de crecimiento» de lo previsto para 2018.
– Déficit y dependencia –
«El problema central es el déficit fiscal. Tenemos que reducirlo. No podemos gastar más de lo que tenemos y dependiendo de que el mundo nos preste dinero para poder financiarlo», aseveró Macri.
El presidente convocó al país a aceptar una reducción del déficit fiscal, cuyo nivel primario, antes de los pagos de la deuda, llegó a 3,9% del Producto Interno Bruto en 2017.
«Ya he hablado con gobernadores y senadores de distintos espacios, porque tenemos que sentarnos a hacer un gran acuerdo sobre cómo vamos a equilibrar algo que la Argentina no logra hacer hace más de 70 años», dijo.
La crisis ha empujado a Macri a pedirle al Fondo Monetario Internacional (FMI) un salvavidas financiero que sería un crédito stand by de alto acceso, como admitió el organismo. Aún no se han dado cifras de la ayuda.
«Nadie nos va a condicionar», afirmó Macri cuando sectores sindicales y políticos advierten sobre el impacto de medidas y reformas que Argentina pactará con el FMI para acceder a los fondos.
«Nos van a decir en qué números tiene que ser la reducción del déficit, pero cómo lo reducimos es un tema nuestro», aseguró.
– Tarifas y protestas –
«No nos tiene que incomodar el FMI», indicó. «Vamos a hacer un acuerdo inteligente para consolidar el crecimiento»,agregó.
Durante la jornada, miles de personas marcharon por calles céntricas en contra de los fuertes aumentos de tarifas, la política económica y el acuerdo con la entidad multilateral.
«Esta semana la política económica del Banco Central lo que nos deja es una devaluación terrible que se traslada directamente a los precios y nos afecta a todos los laburantes (trabajadores)», declaró a la AFP Sandra Di Claudio, que marchaba tras carteles de «Fuera el FMI».
Macri confirmó la aplicación de esos aumentos de tarifas pese a que el Congreso, donde perdió aliados, está votando en estas semanas retrotraer los valores a noviembre de 2017.
– Artillería pesada –
El BCRA emitió el martes millonarios bonos en pesos para que el dinero no se dirigiera a la compra de moneda norteamericana y vendió 700 millones de las reservas. El BCRA impidió así que el peso se desplomara aún más cuando vencían préstamos en pesos equivalentes a la mitad de sus reservas.
Sturzenegger reconoció que el mercado «no le estaba creyendo» al BCRA, lo que desde marzo produjo una fuga de capitales, con baja en las reservas de 62.000 a 53.000 millones de dólares y una depreciación acumulada de más de 12% en mayo.
Pero el alto funcionario ratificó «el tipo de cambio flotante» y la tasa de interés de referencia al 40%, la más alta del mundo. Reafirmó también la meta de inflación anual en 15%, pese a que el costo de vida ya acumula casi 10% en cuatro meses.