París (AFP) – El dólar sube, la inflación estadounidense se acerca a su objetivo y crecen las expectativas sobre un alza de las tasas de interés. El ajuste monetario en Estados Unidos, aunque era esperado, hace tambalear las divisas de países emergentes, con Argentina y Turquía entre los más vulnerables.
Cuando la Reserva Federal estadounidense (Fed) mantuvo sus tasas más bajas, los inversores se precipitaron sobre los mercados emergentes para sacar rendimientos más altos.
Pero hoy, tienen la intención de aprovechar las tasas estadounidenses que pagan más, y que tienen fama de ser más seguras. En una sola semana, entre el 25 de abril y el 2 de mayo, los fondos de la deuda de mercados emergentes tuvieron retiros netos de más de mil millones de dólares, informó la agencia de noticias financieras Bloomberg.
Durante la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tuvo lugar a mediados de abril en Washington, el organismo advirtió sobre el peligro de una tormenta similar a aquella que sacudió a los países emergentes en 2013.
«El proceso de normalización en la política monetaria en las economías avanzadas podría llevar volatilidad a los flujos de capitales», afirmó Alejandro Werner, director del FMI para las Américas. «Eso va a representar un reto importante para las autoridades monetarias, en particular en los sistemas financieros de la región», agregó.
El alza de las tasas «obligatoriamente va a contribuir a la del dólar. Por lo tanto, es lógico que hayan depreciaciones de monedas en países emergentes», explicó a la AFP Radu Vranceanu, profesor de economía en el ESSEC (Escuela Superior de Ciencias Económicas y Comerciales) de Francia.
La Fed señaló el miércoles que la inflación subió pero indicó que su meta de 2% es «simétrica», lo que implica que puede fluctuar por encima o por debajo de esa tasa.
El banco central estadounidense mantuvo sus tasas, pero los mercados emergentes ya están afectados. El alza del dólar conlleva riesgos inflacionarios en India, por ejemplo, cuyas importaciones de petróleo van a aumentar, o en Indonesia. Las monedas de Brasil y México también están sufriendo.
Pero por ahora, Argentina y Turquía son los dos países más afectados, donde sus ciudadanos «no confían en sus monedas y se apresuran a comprar dólares al menor indicio de un problema», dijo Vranceanu.
Se trata de dos países que, además sufrieron crisis muy graves en 2001, Argentina incluso declaró el default más grande de la historia. «Los mercados están compitiendo muy rápido y sancionan también muy rápido», dijo a la AFP Ludovic Subran, jefe económico de la aseguradora de crédito Euler Hermes.
– Crecimiento en riesgo –
Estos mercados que celebraron la victoria electoral del presidente liberal argentino Mauricio Macri en 2015 están preocupados dos años más tarde por su incapacidad para controlar la inflación y las dudas que pesan sobre el Banco Central. «Se ven perdidos, dan un paso para adelante y otro para atrás», definió Subran.
Aunque Turquía está más expuesta a la zona euro y Argentina a Estados Unidos, los dos países tienen en común «un déficit enorme, un intervencionismo muy fuerte. Una inflación de dos dígitos. Todo esto no tranquiliza», detalló el economista.
La agencia de calificación Standard and Poor’s acaba de bajar la nota a Turquía. Argentina elevó de manera drástica sus tasas hasta el 40% para evitar que el peso siga desplomándose.
Los países emergentes, que tienen algunas deudas en dólares, enfrentan una decisión difícil: o dejan sus tasas de interés sin cambios y corren el riesgo de que sus monedas pierdan valor, o las suben y limitan el crecimiento.
«En estas circunstancias, la mejor reacción es dejar que las monedas locales se deprecien», señaló a la AFP Joaquín Cottani, economista jefe de S&P para América Latina. Pero, «si en cambio, los bancos centrales suben mucho las tasas de interés para que la moneda se deprecie menos, el resultado puede ser abortar el proceso de recuperación de la actividad económica que se está produciendo en la región», advirtió.
Estas turbulencias en Argentina y Turquía, ¿tendrán repercusiones en el conjunto de los mercados emergentes?
Por el momento, Vranceanu percibe sólo «reacciones de naturaleza especulativa». «Pero no creo que lo que está sucediendo en Estados Unidos deba crear un problema generalizado en los países emergentes», apostilló.