Fortaleza (Brasil) (AFP) – La inauguración de un vuelo de Air France-KLM de París a Fortaleza, un destino poco explorado del nordeste de Brasil, puso de manifiesto los esfuerzos de las aerolíneas europeas por aumentar su presencia en América Latina, un mercado creciente pero enfocado principalmente en América del Norte.
El tráfico aéreo latinoamericano aumentó el año pasado más que nunca desde 2011, concretamente un 9,3%, una suba superior al global de 7,6%, según cifras de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Y para el primer semestre de este año, el cielo sigue pareciendo muy despejado: los viajes internacionales desde América Latina y el Caribe deberían crecer un 9,3%, de acuerdo con previsiones de la consultora ForwardKeys.
La firma también prevé un aumento del 16,5% de las reservas con destino a Brasil, por lejos el primer mercado de la región.
«La tendencia en las reservas desde y hacia América Latina es increíblemente saludable. Observamos un círculo virtuoso», dice el presidente de ForwardKeys, Olivier Jager, al destacar cómo «numerosas compañías están aumentando su capacidad» hacia la región.
Sin embargo, América Latina mira tradicionalmente más hacia Estados Unidos y Canadá que hacia Europa.
Fuera ya de la recesión, Brasil tomó una serie de iniciativas en el mercado, como una mejor conectividad con Estados Unidos y una disminución del costo y el tiempo de expedición de visas, y pronto va a formalizar un acuerdo de «cielos abiertos» con Washington.
Para el conjunto de América Latina, el tráfico internacional con América del Norte representa el 81% del total de los pasajeros, muy lejos de Europa.
En 2016, según las últimas cifras disponibles de la Asociación de compañías aéreas de América Latina y el Caribe (ALTA), 16,33 millones de pasajeros fueron transportados desde o hacia América del Norte.
En comparación, las conexiones con Europa solo alcanzaron 3,28 millones de pasajeros, casi una quinta parte menos. Pero, al mismo tiempo, experimentaron un notable avance: de 14,1%.
– Región por explotar –
«América Latina es un mercado muy interesante para las compañías europeas», dice Carlos Osores, director de la consultoría de aviación ICF.
Contrariamente a América del Norte «que es un mercado maduro», ahí hay «oportunidades para generar mayores beneficios, como en África, porque no hay realmente competencia de low-cost».
La región está subexplotada, como ocurre «en ese inmenso Brasil que tiene un potencial gigantesco, pero que solo recibió seis millones de turistas internacionales en 2016, el mismo número que en la pequeña República Dominicana», puntualiza Osores.
Las compañías europeas TAP (propietaria de Azul) así como Iberia, Air France-KLM, Air Europa, Turkish Airlines o las low cost Norwegian y Level aumentaron su capacidad de 10% a 40% a lo largo de los últimos 12 meses entre América Latina y Europa.
Pero si bien tres nuevas conexiones fueron abiertas en un año entre Europa y América Latina en Buenos Aires y Recife, cerca del triple fueron lanzadas con Estados Unidos.
«Las distancias son mayores con Europa», remarca Osores, como una de las desventajas del viejo continente, pero las «tarifas son elevadas por una falta de competencia».
«A menudo, las grandes rutas son operadas por una o dos compañías solamente», dijo.
Para poder desarrollarse, las compañías europeas deberían interesarse en rutas secundarias o en destinos más originales, como lo hacen ya las compañías americanas, que acaban de abrir en Brasil vuelos en Belo Horizonte, Recife o Salvador.
– Frecuencia histórica –
Es la misma apuesta que acaba de hacer Air France-KLM al inaugurar el jueves dos vuelos semanales de Paris-Charles de Gaulle a Fortaleza, con conexiones con la compañía líder brasileña GOL.
En mayo, KLM abrirá una conexión entre Amsterdam-Schipol y Fortaleza, que saldrá tres veces por semana.
La idea es aprovechar la amplia red de GOL para expandirse por el norte y nordeste de Brasil, regiones claves para el turismo brasileño pero olvidadas en favor de una concentración de vuelos en Sao Paulo, el corazón financiero, pero mucho menos atractivo para los turistas.
«La geografía de Fortaleza es ideal. Es un punto de entrada a Brasil mucho más rápido, mucho más cercano a Europa», dijo a la AFP el director comercial de Air France, Patrick Alexandre.
«Para tener una idea de la importancia que tiene para nosotros la relación Brasil, Francia, París, Amsterdam: a partir del próximo invierno, tendremos 44 vuelos por semana y será la frecuencia más elevada de la historia del grupo», añadió.
Esta opción promete ser rentable ante los problemas de infraestructura de Brasil, especialmente en el aeropuerto paulista de Guarulhos, que acarrea una saturación parecida a los aeropuertos de Bogotá, Lima o Santiago de Chile.