Washington (AFP) – Trabajar por la libertad en Cuba, Nicaragua y Venezuela es prioridad para el gobierno de Donald Trump, dijo el miércoles el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
«El hemisferio occidental es una prioridad crucial para Estados Unidos porque la seguridad y la prosperidad de nuestra región afectan directamente la seguridad y la prosperidad del pueblo estadounidense», dijo Pence al juramentar en la Casa Blanca al nuevo embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo.
«Todavía tenemos mucho trabajo por hacer» en la región, dijo Pence. Y como materias pendientes mencionó a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Dijo que en Cuba «sigue vivo» el «legado de tiranía» de los líderes de la revolución comunista de 1959 de Fidel y Raúl Castro, a pesar de la muerte del primero y la reciente salida del poder del segundo. «Se cierne sobre ese país como una nube, oscureciendo el futuro de todos los que llaman hogar a esa isla», afirmó.
Sobre Nicaragua, dijo que el gobierno de Daniel Ortega «ha reprimido brutalmente» al pueblo que recientemente se ha alzado «en protesta pacífica». Ortega, un exguerrillero de la revolución sandinista de 1979 que preside el país desde 2007, enfrenta desde el 18 de abril manifestaciones en su contra, que dejan ya más de 40 muertos.
«Y en Venezuela, bajo el mandato del dictador Nicolás Maduro, una otrora floreciente democracia se ha desintegrado en una dictadura. Y lo que alguna vez fue la nación más próspera de Sudamérica se ha convertido en una de las más pobres», apuntó Pence.
«Nos mantendremos al lado de todos los que anhelen la libertad y enfrentaremos a sus opresores», enfatizó el vicepresidente, que el próximo lunes dará un discurso ante el consejo permanente de la OEA para reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la región.
«Sabemos que los mejores días para el nuevo mundo están por venir», concluyó.
El vicepresidente dijo a Trujillo que su responsabilidad en la OEA, que acaba de cumplir 70 años de existencia, será «forjar alianzas más fuertes en pos de los intereses de Estados Unidos».
«Espero trabajar diligentemente con esa determinación y nunca vacilar hasta que Venezuela, Cuba, Nicaragua y el hemisferio occidental sean libres», dijo Trujillo, descendiente de cubanos que abandonaron la isla tras la revolución de los Castro.
Nacido en Long Island, pero criado en Miami, Trujillo apoyó a Trump durante la campaña electoral de 2016 y asistió a la toma de posesión del mandatario. También fue parte de la delegación estadounidense en la reciente Cumbre de las Américas en Lima y ha estado trabajando en la OEA desde las últimas semanas.