Ciudad de Guatemala (AFP) – Los guatemaltecos aprobaron este domingo en una consulta popular, en la que prevaleció la apatía, llevar ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya una antigua disputa territorial que su país mantiene con Belice.
Al contabilizarse 92,80% de las mesas de votación, el «Sí» prevalecía con 95,89% (1.615.816 votos), contra 4,11% del «No», que alcanzaba 69.272 sufragios, precisó en rueda de prensa el director de informática del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Castillo, tras dar a conocer los últimos datos preliminares.
El abstencionismo fue protagonista de una jornada tranquila, en la que las autoridades no reportaron incidentes, pues la participación ciudadana rondó apenas el 24%.
La consulta definió llevar ante la corte internacional el litigio para definir la frontera no delimitada entre ambos países, denominada zona de adyacencia y sobre la que no existe certeza jurídica.
La victoria del «Sí», que las autoridades electorales prevén oficializar el próximo viernes, es el primer paso hacia una posible solución del conflicto.
Pero el embajador de Belice en Guatemala, Alexis Rosado, recordó a la AFP que su país aún no ha fijado la fecha para realizar un referendo similar, en el que sus ciudadanos también deberán dar el aval para finalmente llevar el litigio al ente internacional.
Luego, el camino seguiría siendo largo, pues algunos analistas estiman que un proceso en la Corte puede llevar entre 8 y 10 años.
Vestido con una camiseta de la suspendida selección de fútbol de Guatemala, el presidente Jimmy Morales declaró en la jornada que espera que se resuelva el conflicto territorial con Belice, país con el que existen «muy buenas relaciones bilaterales».
– «No presionar a Belice» –
«Mi recomendación es no presionar a Belice, lo importante es que ellos puedan tomarse su tiempo para hacer un proceso de educación donde la gente esté consciente de que solo la Corte Internacional de Justicia va poder dirimir este diferendo», dijo a la AFP el excanciller guatemalteco Carlos Raúl Morales.
En tanto, el analista José Carlos Sanabria comentó que la decisión coloca a Guatemala «frente al concierto de naciones como un país que busca solucionar el diferendo por la vía democrática, por la vía pacífica».
Para el referendo fueron convocados más de 7,5 millones de guatemaltecos.
«¿Está usted de acuerdo con que cualquier reclamo legal de Guatemala en contra de Belice sobre territorios continentales e insulares y cualesquiera áreas marítimas correspondientes a dichos territorios sea sometido a la Corte Internacional de Justicia para su resolución definitiva y que ésta determine las fronteras de los respectivos territorios y áreas de las partes?», versaba la pregunta, a la que se debía responder Sí o No.
– Viejo diferendo –
Guatemala reclama a Belice unos 11.030 km² de territorio, así como centenares de islas e islotes.
La disputa se remonta a 1783, cuando España -que entonces colonizaba lo que hoy es Guatemala- dio esos territorios en concesión a Inglaterra para que explotara madera.
En 2008, Guatemala y Belice acordaron ir a la Corte Internacional de Justicia para poner fin a la controversia de más de dos siglos, pero previa aprobación de sus ciudadanos.
En la disputa no han faltado acuerdos incumplidos y, según Guatemala, soldados beliceños han ultimado al menos a 10 campesinos guatemaltecos en la zona fronteriza hasta 2016.
Belice, que se independizó del Reino Unido en 1981, estableció sus límites según una convención entre Guatemala y Gran Bretaña en 1859.
Guatemala reconoció la independencia de Belice recién 10 años después, pero mantiene reservas sobre los límites fijados.
– «Corredores de ilegalidad» –
El exvicepresidente Eduardo Stein (2004-2008) subrayó que las estructuras del narcotráfico y otros grupos delictivos preferirían que la disputa no se resolviera.
Pues, de acuerdo con Stein, la situación actual permite que ninguno de los dos gobiernos, ni los habitantes, tengan certeza sobre la demarcación territorial, por lo que en el área existen «corredores de ilegalidad».
Ello lleva a que el territorio en disputa sea aprovechado «para el narcotráfico, contrabando de armas, trasiego de personas y trata de blancas e incluso para exportación ilegal de bienes culturales, piezas arqueológicas y especies biológicas en peligro de extinción», sostuvo.