Lima (Perú) (AFP) – El temor a una escalada militar en Oriente Medio tras los ataques selectivos de Estados Unidos en Siria y la situación de Venezuela acapararon la atención de la Cumbre de las Américas, que se comprometió a luchar contra la corrupción.
La mayoría de los mandatarios de la región condenó el uso de armas químicas pero alertaron del riesgo de una escalada en Oriente Medio tras el bombardeo ordenado el viernes por la noche por el presidente estadounidense, Donald Trump, en colaboración con Francia y Gran Bretaña, contra objetivos selectos del régimen de Bashar al Asad en Siria.
Estados Unidos y sus aliados enviaron un «mensaje claro al régimen sirio: no tolerarán armas químicas contra inocentes, mujeres y niños», dijo el vicepresidente estadounidense Mike Pence en el plenario de la VIII Cumbre de las Américas, que concluyó este sábado en Lima.
Tras pedir una respuesta unida a los representantes del hemisferio para dejar claro al gobierno sirio que «no aceptaremos estos ataques barbáricos ni ahora ni nunca», agradeció el apoyo del primer ministro canadiense Justin Trudeau y del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, con los que se reunió en la mañana.
«Siempre apoyaremos las acciones para castigar el uso de las armas químicas y buscar su erradicación, pero también hacemos un llamado a la paz», había dicho poco antes Santos, cuyo país es uno de los más fieles aliados de Washington en la región.
Desde Washington, un eufórico Trump saludó las operaciones militares y advirtió que volverá a atacar en caso de que el gobierno sirio insista en utilizar armas químicas, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de emergencia, rechazó un proyecto de declaración presentado por Rusia que exigía una condena a los ataques de los tres países.
Pence encabeza en Lima la delegación estadounidense, en la que participa Ivanka Trump y su marido Jarred Kushner, ambos asesores de Trump. El mandatario canceló su participación en la cumbre y su visita a Colombia para coordinar los ataques a Siria.
Otros presidentes latinoamericanos se mostraron más prudentes, como el brasileño Michel Temer quien manifestó su «profunda preocupación con la escalada del conflicto militar en Siria».
«Ahora es el momento de encontrar soluciones duraderas, basadas en el derecho internacional, para una guerra que se extiende demasiado tiempo, a un alto costo humano», dijo.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, también pidió que se ponga fin al uso de «estos instrumentos de tan crueles consecuencias», «a través del derecho internacional».
Tanto Cuba, como Venezuela y Bolivia han arremetido contra el ataque a Siria y pidieron al «imperio estadounidense detener la masacre de inocentes en Siria».
A lo largo de la jornada Pence mantuvo una apretada agenda. Se reunió entre otros con el mandatario mexicano Peña Nieto y con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, cuyos países negocian con Estados Unidos la revisión impuesta por Trump del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
– Aislamiento de Venezuela –
Ausente en Lima, el gran protagonista de esta VIII Cumbre de las Américas ha sido el venezolano Nicolás Maduro.
«Les prometo que EEUU no descansará hasta que se restablezca la democracia en Venezuela y que el pueblo venezolano recupere su derecho a la libertad», dijo Pence, quien la víspera pidió «más sanciones» y «más presión diplomática» para «aislar» al régimen de Maduro.
La mayoría de los países mostraron su preocupación por la situación humanitaria en Venezuela e instaron a Maduro a que reconozca la crisis y permita la entrada de la ayuda internacional, en particular medicinas, que son casi imposibles de encontrar en el país con las mayores reservas petroleras del mundo.
«Nueve de cada 10 venezolanos ahora son pobres, los almacenes están vacíos, los hospitales no tienen los servicios básicos y eso ha causado miseria y muerte», dijo Pence, que aseguró que «5.000 venezolanos huyen cada día de su país en el mayor éxodo en nuestro hemisferio».
Estados Unidos anunció la víspera 16 millones de dólares en ayuda humanitaria para los venezolanos de la diáspora en Brasil y Colombia.
Ante la imposibilidad de un consenso de todo el continente para emitir una condena por la Cumbre al régimen venezolano, Estados Unidos y los 14 países del Grupo de Lima emitieron una declaración en la que aseguran que tal como está la situación, las elecciones de mayo «carecen de legitimidad y credibilidad».
Los presidentes de Chile, Argentina o Colombia, entre otros, habían anunciado que no reconocerán los comicios de mayo convocados por Maduro y boicoteados por la mayor parte de la oposición.
– Corrupción –
Esta cumbre, que ha contado con la presencia de una quincena de mandatarios de los 35 países del hemisferio, adoptó un compromiso para luchar contra la corrupción, un flagelo que socava la democracia y el desarrollo de la región.
Titulado pomposamente el compromiso de Lima ‘Gobernabilidad Democrática contra la Corrupción’, el documento, que no tiene poder vinculante, consta de 57 puntos en los que los mandatarios se comprometen a mayor transparencia, acabar con los sobornos, perseguir en la justicia a los culpables y tolerancia cero con los corruptos.