San Jacinto Amilpas (México) (AFP) – Una veintena de personas, incluidos niños, contrajeron nupcias este domingo con árboles plantados en las márgenes de un río del estado mexicano de Oaxaca (sur) como parte de una iniciativa del actor y medioambientalista peruano Richard Torres.
El escenario de esta particular boda fue la margen del río Chiquito, un afluente del Atoyac, que desde hace décadas está seco, en el municipio de San Jacinto Amilpas, en las afueras de la capital estatal.
Este sitio fue reforestado hace 20 años por estudiantes y autoridades de la localidad.
Torres explicó a la AFP que la iniciativa Cásate con un árbol, consistente en una performance de boda, busca generar conciencia ecológica. «Lo más importante es la reforestación, el plantado y el cuidado de los árboles».
Torrres ha recorrido 16 países de América Latina promoviendo la reforestación y buscará ir a Estados Unidos próximamente.
«Cruzaremos la frontera de México y Estados Unidos para pedirle al presidente Donald Trump que se anime a plantar árboles, en vez de poner muros que plante árboles y esto se logrará con el dialogo, con el amor y la paz, nuestras principales armas para defender a la madre tierra», explicó.
A la sombra de laureles, palmeras, jacarandás y otros árboles propios de la región, se realizó esta boda colectiva que contó como padrinos a una percusionista y a un cantante.
Rocio Morales, una médica tradicional de la etnia zapoteca, fue la encargada de darle las gracias a la madre tierra y pedirle permiso, a través de un ritual, para desarrollar la performance.
Cásate con un Árbol «es un compromiso con el medio ambiente, con la naturaleza, no se trata de solo sembrar un árbol y dejarlo, es un compromiso como un matrimonio, porque me comprometo a regarlo, a cuidarlo, a darle un buen crecimiento y a seguir sembrando», dijo Morales.
Uno de los que se casó fue el encargado de la Biblioteca Municipal, Humberto Escobedo Cetina. «Por mi conciencia ecológica dije que sí, y hoy soy esposo de un frondoso laurel», comentó.
René Martínez, artista plástico de la región y quien se dedica a crear objetos diversos reciclando deshechos de fibras de árboles, contrajo matrimonio con un laurel para que «los niños vean que podemos cambiar al planeta».
Torres fue el encargado de oficiar la particular ceremonia, luego de recitar: «Si alguien se opone a esta boda, que hable ahora o calle para siempre. En nombre de dios, de la Madre Tierra y del Amazonas, los declaró esposos y esposas, y compañeros de vida para siempre», dijo.