México (AFP) – Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron este miércoles trabajar para que «en las próximas semanas» ocurra un encuentro entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump para revisar temas pendientes de la agenda bilateral, informó la Cancillería mexicana.
El encuentro de los mandatarios fue uno de los acuerdos alcanzados tras una serie de reuniones que el canciller mexicano Luis Videgaray sostuvo en Washington con funcionarios estadounidenses de alto nivel, dijo la Cancillería local en un comunicado.
En Washington, Videgaray conversó con los secretarios de Trabajo, Energía, Comercio y del Tesoro así como con asesores de la Casa Blanca, incluyendo a Jared Kushner, yerno y hombre de confianza del presidente Trump, entre otros funcionarios, precisó el texto.
El objetivo del diálogo fue continuar con el trabajo que ambos gobiernos han realizado durante el último año «para llegar a un acuerdo integral en temas como cooperación económica y comercio, seguridad y procuración de justicia, energía, iniciativas regionales y migración», agregó la Cancillería.
Pese a la retórica hostil que el presidente Trump mantiene contra México, particularmente en temas comerciales, de seguridad y migración, altos funcionarios de ambos países han procurado mostrar que la relación bilateral es menos áspera de lo que parece.
Durante una visita a México a inicios de febrero, el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson afirmó que ambos países tienen «demasiados intereses comunes por los que tenemos que trabajar para no dejar que nada se interponga en el camino».
Sin embargo, la tensión persiste en ciertos temas como la insistencia de Trump de construir una muralla fronteriza y deportar a los llamados Dreamers, migrantes ilegales beneficiados de un programa que regularizó su situación desde 2012 y que Trump decidió no renovar. La mayoría de ellos son de origen mexicano.
En el flanco comercial, Trump amenaza constantemente con abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, integrado por ambos países y Canadá y que es vital para la economía mexicana.
El acuerdo operó sin mayores contratiempos desde 1994 hasta que el mandatario estadounidense exigió renegociarlo por considerarlo el peor acuerdo jamás firmado por su país.