Caracas (AFP) – Autoridades venezolanas detuvieron este martes por presunta corrupción al presidente y a cinco vicepresidentes de Citgo, filial en Estados Unidos de la petrolera estatal PDVSA, recién declarada en default por un grupo de acreedores.
«Seis altos directivos fueron aprehendidos» y serán acusados de peculado doloso, lavado de dinero y asociación para delinquir, entre otros delitos, anunció el fiscal general, Tarek William Saab, a la prensa.
Poco después, el presidente Nicolás Maduro prometió «ir a fondo» en las investigaciones por lo que calificó como «un robo descarado». «Nada ni nadie me va a detener», aseguró durante un acto en el palacio de gobierno.
El presidente de Citgo, José Ángel Pereira, fue detenido en Caracas, en tanto que no se precisó el lugar de los arrestos de Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Luis Zambrano, vicepresidentes de distintas áreas de Citgo.
«Estos funcionarios aparecían como elementos facilitadores para la estrategia de presión internacional, tal vez al servicio de una potencia extranjera en contra del país, porque hay que tener una visión anti-venezolana para colocar en riesgo nuestra principal filial estatal», afirmó Saab.
Citgo dijo a través de un funcionario que «monitorea muy de cerca» el caso, con la «prioridad» de «proteger los intereses» de la compañía y sus empleados.
La empresa, que subrayó que actúa bajo «regulaciones estadounidenses», se comprometió asimismo a «asegurar la continuidad de las operaciones y el suministro de productos».
– «Traición» –
Las detenciones se producen en momentos en que Venezuela pasa serios aprietos con el pago de su deuda soberana y la de PDVSA, que aporta 96% de las divisas del país.
La semana pasada, PDVSA fue declarada en default por la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que reúne a tenedores de bonos, luego de que las agencias S&P Global Ratings y Fitch calificaron a esa empresa y al país en incumplimiento parcial.
Los títulos de la compañía representan 30% de la deuda externa venezolana, estimada en unos 150.000 millones de dólares, que Maduro busca refinanciar, aunque expertos estiman que será difícil por las sanciones que le impuso Estados Unidos.
«Mientras yo me estoy jugando la vida, todos los días hay un grupo de bandidos robándole al pueblo. ¿Cómo se llama eso? Traición», se quejó Maduro.
Citgo y otros activos de PDVSA podrían ser embargados como parte de un proceso de litigios a los que se expondría Venezuela si no cumple con sus obligaciones de deuda, según Eurasia Group y otros centros de análisis.
– «Condiciones leoninas» –
Según Saab, los altos directivos de Citgo firmaron irregularmente el 15 de julio de 2017 un contrato con las empresas Frontier Group Management LTD y Apollo Global Management LLC para una supuesta «refinanciación de los programas de deudas del año 2014 y 2015».
El contrato permitía «un financiamiento por un monto de hasta 4.000 millones de dólares» sin contar con aval del Ejecutivo, «bajo condiciones leoninas, desfavorables para nuestra principal industria, como es PDVSA», expresó el fiscal.
Agregó que «lo más grave» fue que ofrecieron como garantía la propia filial Citgo, principal empresa refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina y lubricante de Venezuela en Estados Unidos.
«Esto es corrupción de la más podrida calaña que debe ser castigada y sancionada», sentenció.
El fiscal destacó que la empresa Mangoré Sarl, intermediaria en la negociación, posee entre sus directivos a Juan Zavalia Paunero, quien se encuentra vinculado al caso de los Panama Papers.
Saab citó además investigaciones de WikiLeaks, que señalan que Pereira ofreció el 9 de febrero de 2014 «información confidencial sobre la estrategia de negociación de Venezuela» en un conflicto con la trasnacional petrolera Conoco Phillips.
Citgo, fundada en 1910 con el nombre de Cities Service, posee tres refinerías de petróleo en los estados de Texas, Luisiana e Illinois, con capacidad acumulada de 750.000 barriles por día; además de tres oleoductos y acciones de otros tres.
Saab dice liderar, desde que asumió el cargo en agosto, una ofensiva contra la corrupción dentro de PDVSA, que ha llevado al arresto de unos 50 funcionarios, entre ellos una docena de gerentes.
La corrupción, una producción en caída libre -1,9 millones de barriles diarios (mbd), frente a 2,27 mbd de 2016- y el uso de PDVSA como un banco para financiar el gasto social, debilitaron a la compañía, que otrora fue una de las cinco mayores del mundo, según expertos.