Tegucigalpa (AFP) – El hondureño Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo de un gran capo de la droga preso hace casi 30 años en Estados Unidos, se entregó a una corte de Nueva York donde enfrenta cargos por narcotráfico, informó este miércoles su abogado defensor, Marlon Duarte.
Con Matta Waldurraga «lo que se hizo fue un arreglo (con la corte de Estados Unidos) de que no se solicitara la extradición y él se presentaría voluntariamente para que respondiera por los requerimientos», dijo Duarte a medios hondureños.
Juan Ramón Matta Waldurraga, alias «El Negro», es acusado por el gobierno estadounidense de conspirar para distribuir «una sustancia que contenía cocaína» entre enero de 2005 y febrero de 2010, sabiendo que la droga sería luego importada a Estados Unidos, señala el acta de acusación de la corte del distrito este de Nueva York consultada por la AFP.
El documento tiene fecha de agosto de 2014 pero estuvo bajo secreto de sumario durante tres años, hasta agosto pasado.
El delito acarrea un mínimo de 10 años de cárcel y un máximo de cadena perpetua.
Un documento judicial archivado el 4 de octubre sugiere que Matta Waldurraga negocia una declaración de culpabilidad con la fiscalía, una decisión que le evitaría un juicio y que podría reducir su sentencia.
El abogado de Matta Waldurraga explicó que su cliente salió hace dos meses de Honduras en compañía de agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en un avión comercial.
Matta Waldurraga es hijo de Ramón Matta Ballesteros, 72 años, un exmultimillonario que fue uno de los primeros narcos en conectar a los cárteles colombianos con los narcos mexicanos. También fue el primer traficante de droga hondureño extraditado a Estados Unidos, vía República Dominicana.
Matta Ballesteros está preso en una cárcel de máxima seguridad en Illinois desde 1988, cuando un equipo de la DEA con ayuda de policías y militares hondureños lo capturó en el sur de Tegucigalpa.
Su detención en Honduras provocó en la época protestas antiestadounidenses -con la quema de un anexo de la embajada estadounidense en Tegucipgalpa- que dejaron cinco muertos.
Al menos 14 hondureños han sido extraditados a Estados Unidos desde 2010 y más de una decena se ha entregado voluntariamente a la justicia norteamericana al ser señalados como narcotraficantes.