La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles aprobó hoy continuar con el apoyo de los inmigrantes indocumentados, especialmente a los jóvenes “Dreamers”.
Los miembros de la junta votaron para convertir el tema de la inmigración en una de las prioridades del condado, en respuesta a una de las mociones presentada por las supervisoras Hilda Solís y Sheila Kuehl.
«El Dream Act es una fuerte solución legislativa que ha permitido a inmigrantes jóvenes continuar viviendo su sueño americano con un camino hacia la ciudadanía”, dijo la supervisora Solís en un comunicado”
“El futuro de nuestros ‘Dreamers’ está en peligro, al igual que el futuro de casi 65.000 estudiantes indocumentados que se gradúan de la secundaria cada año y que podrían haber sido apoyados a través de DACA”, añadió
La junta de supervisores también aprobó una moción presentada por las supervisoras Solís y Janice Hahn para restringir por un año el viaje de los funcionarios del condado a los nueve estados que han amenazado con acciones legales contra los jóvenes amparados bajo la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Los estados bajo esta prohibición son Texas, Alabama, Arkansas, Idaho, Kansas, Luisiana, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental.
Durante la reunión, la junta de supervisores aprobó también otra medida presentada por su presidente, Mark Ridley-Thomas, en apoyo a las demandas presentadas por el estado de California en contra de la eliminación de DACA.
Los supervisores pidieron a la Oficina de Asuntos del Inmigrante del condado continuar con el apoyo a los recipientes de DACA, con el objetivo de explorar opciones de asistencia y residencia para los empleados del condado amparados bajo este programa.
La administración del Presidente Trump anunció la semana pasada el final del programa en un lapso de seis meses. Actualmente beneficia a unas 800,000 personas, de los cuales poco más de 200,000 se encuentran en California.