Cartagena (Colombia) (AFP) – El papa Francisco formuló este domingo desde Cartagena un llamado contra la «violencia política» en Venezuela y a favor de una «solución a la grave crisis» que acorrala a ese país.
Al término del Angelus, el pontífice elevó una oración «especial por la vecina Venezuela» y pidió «que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos».
Francisco clamó por una salida a la difícil situación política y económica que enfrentan los venezolanos desde la iglesia San Pedro Claver, un sacerdote jesuita defensor de los esclavos en el siglo XVII.
El pontífice dirigió su mensaje al pueblo venezolano en particular, y a los más de 300.000 migrantes que han encontrado en Colombia «un lugar de acogida», entre ellos miles que cruzaron la frontera por la agudización del enfrentamiento entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
El Vaticano ha apoyado los intentos fallidos de diálogo entre Maduro y sus adversarios políticos, en punto muerto desde antes de que el presidente apoyara la instalación de una Asamblea Constituyente que rige con plenos poderes desde el 4 de agosto.
– Venezuela, en las oraciones –
Por segunda vez en los últimos cinco días, Francisco abogó por un arreglo pacífico en Venezuela. Ya lo había hecho el miércoles durante el vuelo de llegada a Colombia, donde este domingo concluye una visita en la que ha apoyado la paz y reconciliación en un país que intenta extinguir el último conflicto armado de América.
En ese momento pidió orar para «que pueda haber diálogo con todos» en Venezuela y envió un telegrama al presidente Nicolás Maduro, en el que abogó por la «solidaridad, justicia y concordia».
El jueves Francisco habló directamente con los jerarcas católicos venezolanos en el marco de una reunión con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en Bogotá. Los cardenales Jorge Urosa y Baltazar Porras encabezaron la delegación.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dijo que el papa fue informado de «la agudización de la crisis y la radicalización de la actitud del gobierno».
La CEV aseguró que en particular Francisco «mostró su preocupación» por «la crisis humanitaria expresada en el hambre y la escasez de insumos médicos y la emigración de numerosos venezolanos».
«También se le habló de la imposición de la Asamblea Nacional Constituyente y de la persecución de algunos dirigentes, amenazas a sacerdotes y religiosas y el cierre de medios de comunicación social», señala el texto.
El Vaticano no se ha pronunciado sobre lo ocurrido en la reunión. Entre abril y julio fuertes protestas que exigían la salida de Maduro dejaron unos 125 muertos.
En medio de las tensiones, se instaló la Asamblea Constituyente sin participación de los opositores. El órgano regirá durante dos años con poderes absolutos, y es desconocido por una docena de países de la región, Estados Unidos, la Unión Europea y Mercosur.