Santo Domingo (AFP) – Cancelación de vuelos, compras nerviosas, clases suspendidas: los dominicanos se preparan con nerviosismo para el paso frente a las costas de su país del huracán Irma, que este martes alcanzó la categoría 5, con vientos de 295 kilómetros por hora.
El Gobierno de República Dominicana emitió avisos de huracán en la costa norte y de tormenta tropical en la sur; a la vez que estableció alerta roja -la máxima- en ocho provincias. Se espera que los efectos de Irma se sientan desde el jueves.
Un total de 16 vuelos de llegada y salida en el Aeropuerto Internacional de Las Américas en Santo Domingo, procedentes de islas del Caribe, habían sido suspendidos hasta este martes.
Igualmente, varios conciertos se cancelaron, como el de la famosa banda estadounidense Maroon 5, que se presentaría el próximo sábado en la turística Punta Cana.
El Ministerio de Turismo prohibió actividades acuáticas de recreación y aventura por las próximas 72 horas, mientras que toda la red hotelera activó protocolos de seguridad y prevención.
A partir del miércoles, tampoco habrá clases en colegios de los territorios declarados en alerta.
Desde tempranas horas de este martes se observó un aumento en la cantidad de automóviles que circulaban por Santo Domingo, pues millares de personas se movilizaron para abastecerse de alimentos. Los supermercados más grandes de la capital estuvieron repletos.
El presidente, Danilo Medina, volvió a reunirse este martes con los encargados de las instituciones que integran la Comisión Nacional de Emergencias.
Tras el encuentro, Juan Manuel Méndez García, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), llamó a la población a «prepararse» para la llegada de Irma y «dar estricto seguimiento» a las recomendaciones de organismos oficiales.
Las autoridades locales también empezaron a verter agua de las presas, para evitar que las lluvias de Irma provoquen desbordamientos.
El Gobierno de Medina aseguró contar con fondos suficientes para asistir a la población en la emergencia.
Es el ciclón más potente que amenaza a República Dominicana desde 1998, cuando el huracán George dejó unos 280 muertos y 60.000 viviendas afectadas. Sin embargo, de acuerdo con su trayectoria, Irma no golpearía directamente su territorio.