Brasilia (AFP) – La destituida fiscal venezolana Luisa Ortega acusó este miércoles al poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello de recibir un depósito de 100 millones de dólares, como parte de la extendida saga de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
«En el caso de Odebrecht hemos detectado que a Diosdado Cabello le depositaron 100 millones de dólares en una empresa denominada…es una empresa española denominada TSE Arietis, cuyos propietarios son sus primos, Luis Alfredo Campos Cabello y Jesús Campos Cabello», señaló la exfiscal en una rueda de prensa en Brasil.
Ortega señaló tener pruebas contra Maduro y sus principales espadas que supuestamente los vinculan con la saga de sobornos y corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, que se extendió en buena parte de América Latina.
Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y expresidente de la Asamblea Nacional, es una de las figuras más poderosas del gobierno de Nicolás Maduro.
Prófuga desde el viernes pasado, cuando se refugió en Colombia tras denunciar una persecución política, Ortega recibió un fuerte aval de los procuradores de la región que estaban reunidos en una cumbre en la capital brasileña.
La exfiscal hizo una descripción devastadora del presente de su país y dijo temer por su vida.
«En Venezuela ha ocurrido la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro», dijo en la cumbre donde fue acogida como «legítima fiscal general de Venezuela», en palabras del procurador brasileño, Rodrigo Janot.
Luego de reunirse con el canciller local Aloysio Nunes, reiteró sus denuncias: «300.000 millones de dólares desembolsó el Estado venezolano por unas obras que actualmente están paralizadas. Tenemos todos los elementos que comprometen, no solamente al presidente de la República, sino también a su entorno: Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez, Elías Jaua y otros».
La exfiscal no detalló a qué periodo correspondía ese monto.
«No hay garantía de que en Venezuela alguna investigación relacionada con el crimen organizado, el tráfico de drogas y la corrupción tenga una condena, una sanción (…), porque lo más probable es que las pruebas que se recaben, pruebas que sean remitidas a Venezuela, sean desparecidas», afirmó.
Seguidora del fallecido exmandatario Hugo Chávez, Ortega rompió con Maduro al oponerse a la instalación de una Asamblea Constituyente con poderes absolutos, considerada un quiebre del orden democrático por sus principales socios regionales.
La exfiscal se dijo determinada a dar una batalla global. «Seguiré luchando, seguiré recorriendo el mundo para denunciar lo que pase en Venezuela y denunciar la violación a los derechos humanos», proclamó.