Caracas (AFP) – La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) informó que sus ingresos, fuente del 96% de las divisas del país, cayeron 33,5% en 2016 debido al desplome de los precios del crudo.
PDVSA reportó ingresos por 48.002 millones de dólares en 2016, frente a 72.169 millones en 2015, según un informe publicado en su página web.
El precio promedio de la canasta de crudo venezolano se ubicó en 35,15 dólares por barril en 2016, luego de haberse cotizado en 44,65 en 2015, una caída de 21%.
Según el ministerio de Energía y Petróleo, el crudo venezolano se cotiza en 43,72 dólares por barril en 2017.
El informe de PDVSA indicó que Venezuela colocó en el mercado unos 2,57 millones de barriles diarios (mbd) en 2016 frente a 2,9 mbd de 2015. La reducción continuó en 2017 hasta 1,9 mbd, según la propia empresa.
Aseguró que ello «se enmarca en la política de defensa del precio del barril en los mercados internacionales», con los acuerdos para reducir la producción entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores.
La compañía petrolera subrayó que «obtuvo una ganancia integral de 1.592 millones de dólares al cierre financiero y operacional del año 2016 gracias, entre otros factores, a una reducción de costos de 7.707 millones de dólares» (46%).
«A pesar de la guerra no convencional de la cual ha sido víctima y de la caída mundial de los precios del crudo, PDVSA continúa promoviendo y participando en actividades dirigidas a fomentar el desarrollo integral y sostenible del país», señaló en un comunicado.
Sin embargo, analistas estiman que la falta de inversión para la exploración y el mantenimiento de instalaciones petroleras es una de las raíces de ese desplome.
Frente a temores de default, PDVSA aseguró que «continúa honrando sus compromisos con instituciones financieras y tenedores de bonos en el mercado internacional».
La agencia de calificación financiera SP Global Ratings advirtió en julio sobre ese riesgo debido al deterioro de las condiciones económicas y el aumento de las tensiones políticas, entre protestas opositoras que dejan unos 125 muertos desde que estallaron el pasado 1 de abril.
Según Argus Media LTD, proveedora de data del mercado global de energía con base en Londres, el país petrolero debe afrontar 4.900 millones de dólares en pagos por vencimientos de deuda entre agosto y septiembre, de los cuales 3.200 millones corresponden a deuda de bonos de PDVSA.
El gobierno ha mantenido los pagos, pero a costa de una drástica reducción de importaciones, que agrava la severa escasez de alimentos y medicinas en el país.
Desde el desplome de los precios del petróleo en 2014, cuando el crudo venezolano se cotizó a 88,42 dólares por barril, se ha profundizado la crisis con desabastecimiento de productos básicos y la inflación más alta del mundo, que el FMI proyecta en 720% para 2017.