Valencia (Venezuela) (AFP) – La Fuerza Armada venezolana aseguró este domingo haber frustrado un ataque «terrorista» contra un fuerte militar en Valencia (norte), en medio de versiones sobre un alzamiento de uniformados en esa ciudad.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, dijo en un comunicado que fue un «ataque terrorista de tipo paramilitar», ejecutado por «un grupo de delincuentes civiles portando prendas militares y un primer teniente en situación de deserción».
Sin embargo, restó importancia al hecho, indicando que «no es más que un show propagandístico, una entelequia, un paso desesperado».
«Forma parte de los planes desestabilizadores y la conjura continuada» para «evitar que se consolide el renacimiento de nuestra república», añadió Padrino en referencia a la poderosa Asamblea Constituyente del mandatario Nicolás Maduro, blanco de un fuerte rechazo internacional y denuncias de fraude.
Los alrededores del fuerte, sede de la 41 brigada del Ejército, eran sobrevolados por un helicóptero y custodiados por militares en tanquetas y con armas largas, en un ambiente de alta tensión, constataron periodistas de la AFP, que también escucharon detonaciones a lo lejos.
Los atacantes «fueron repelidos de forma inmediata», indicó el ministro, mientras el jefe del Comando Estratégico Operacional, general Remigio Ceballos, informó que siete de ellos fueron capturados y «están aportando datos».
Padrino indicó que esas personas confesaron haber sido contratadas por «activistas de la extrema derecha venezolana en conexión con gobiernos extranjeros», y que «parte del grupo logró substraer algunas armas» que «están bajo intensa búsqueda por parte de organismos de seguridad».
Maduro denuncia con frecuencia planes de golpes de Estado de la oposición, apoyados por Estados Unidos.
– Presunto alzamiento –
El incidente se conoció luego de la difusión en redes sociales y varios medios de un video grabado supuestamente en la 41 brigada, en el que un hombre que se presenta como capitán se declara en «rebeldía» contra Maduro y exige un «gobierno de transición».
«Nos declaramos en legítima rebeldía (…) para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro. Aclaramos que esto no es un golpe de Estado, esta es una acción cívica y militar para restablecer el orden constitucional», afirma el hombre que se identificó como Juan Caguaripano.
Apareció junto con unos 15 hombres vestidos de camuflaje, algunos armados. «Exigimos la conformación inmediata de un gobierno de transición y elecciones generales libres», dijo.
Sin referirse a Caguaripano, el ministerio sostuvo que el supuesto desertor es un «oficial subalterno que hace tres años fue separado de la institución por traición a la patria y rebelión» y que huyó a Estados Unidos.
Caguaripano estaba adscrito a una brigada contra el secuestro y la extorsión y es fugitivo desde 2014, según el diario El Nacional.
La Fuerza Armada es el principal sostén de Maduro, quien le ha otorgado gran poder político y militar, y denuncia con frecuencia planes golpistas de la oposición apoyada por Estados Unidos.
«La FANB permanece incólume, unida, monolítica, aferrada a sus convicciones democráticas, con la moral en alto, apoyando de manera incondicional al ciudadano Nicolás Maduro», subrayó el ministerio en una nueva expresión de «lealtad absoluta» a la revolución fundada por el expresidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
– López, de nuevo preso en casa-
El incidente ocurrió horas después de que Leopoldo López, el más emblemático de unos 500 opositores presos, retornara al arresto domiciliario tras cuatro días en una cárcel militar bajo sospecha de fuga.
López fue condenado a casi 14 años de cárcel por «incitar a la violencia» en protestas de 2014 que dejaron 43 muertos.
Asimismo, tras el suceso, la Constituyente suspendió la instalación de una comisión de la verdad para investigar lo que Maduro llama «crímenes de la derecha» en las protestas que dejan unos 125 muertos en cuatro meses.
Maduro asegura que esta comisión pondrá fin a la impunidad, que, asegura, reinó con la fiscal general Luisa Ortega, una chavista que rompió con el gobierno y fue destituida el sábado entre fuertes críticas de la comunidad internacional.
«Quien ocupa ilegalmente el poder es esa Asamblea Nacional Constituyente que es ilegitima. Yo sigo siendo la fiscal de este país», dijo Ortega este domingo en un foro universitario.
Ortega, sustituida por el radical Tarek William Saab, encara un juicio por irregularidades en su gestión y tiene sus bienes congelados y prohibición de salida del país.