Montreal (AFP) – Decenas de camas fueron colocadas el miércoles en el estadio olímpico de Montreal para recibir a refugiados haitianos que huyen de Estados Unidos por miedo a ser deportados.
Desde que Donald Trump fue electo presidente de Estados Unidos muchos refugiados han llegado a Canadá, pero en la última semana este número se ha disparado y la mayoría de los que están llegando son haitianos.
«Es una seria crisis», dijo Jean-Pierre Fortin, presidente del sindicato de la Agencia de Servicios Fronterizos, al agregar que «el sistema no está diseñado para afrontar un aumento de esta magnitud en la cantidad de inmigrantes».
Solo el martes, «500 personas que piden asilo cruzaron la frontera» cerca del puesto aduanero de Lacolle (sur de Quebec), y según Fortin 90% son haitianos.
El temor de que les sea revocado el Estatuto de Protección Temporal(TPS), del que gozan en Estados Unidos, ha llevado a los haitianos a buscar refugio en Canadá.
El TPS, otorgado a cerca de 60.000 haitianos luego del terremoto de 2010, fue extendido esta primavera por la administración Trump seis meses más y debería caducar a finales de año.
Quebec, y particularmente Montreal, hospeda a una de las mayores comunidades haitianas del mundo.
Con la nueva política migratoria de Estados Unidos, la opción de Canadá fue la escogida por estos inmigrantes en pánico, explica Guillaume André, director del centro de comunidades multiétnicas en el norte de Montreal.
Un primer autobús llegó a las puertas del estadio olímpico al mediodía del miércoles, con unas cuarenta personas, entre ellas varios niños.
La ciudad de Montreal anunció el miércoles la disposición de «lugares bien equipados y organizados para recibir a quienes busquen asilo en los próximos meses y durante el período que necesiten antes de encontrar vivienda».
«Esta situación es una consecuencia de la política migratoria de Donald Trump», lamentó el alcalde de Montreal, Denis Coderre, recordando que desde febrero es una «ciudad santuario para los ilegales».
Hasta ahora muchos de estos ilegales han sido instalados en residencias universitarias, centros de recepción y hoteles, pero son tantos que fue necesario disponer el estadio olímpico para albergarlos.