Buenos Aires (AFP) – Organizaciones sociales de Argentina realizaron este jueves ollas populares y cortes de calles para reclamar una ley de emergencia alimentaria y denunciar la dura realidad que se vive en los barrios más humildes, donde aseguran que aumentó el hambre y la pobreza.
«La situación es muy compleja. Ha quedado mucha gente sin trabajo y ha aumentado el hambre», dijo a la AFP Julia Rosales, de la Corriente Clasista Combativa (CCC) tras ayudar a preparar la comida para decenas de niños y mujeres en una enorme olla cerca del Obelisco, en pleno centro de Buenos Aires.
La protesta que se lleva a cabo en todo el país es parte de un plan de lucha escalonado, que continuará la semana próxima y concluirá el 7 de agosto con una gran marcha desde la iglesia de San Cayetano, patrono del trabajo, que recorrerá la ciudad desde el barrio de Liniers, en el límite oeste de la capital, hasta la Plaza de Mayo.
«Queremos que se declare la emergencia alimentaria. No queremos planes (subsidios), queremos trabajo. (El presidente Mauricio) Macri no ha cumplido con la ‘pobreza cero'», insistió Rosales.
Durante la campaña electoral que lo llevó al gobierno en diciembre de 2015, Macri (centroderecha) había prometido lograr la ‘pobreza cero’ en Argentina, aunque con el correr del tiempo corrigió el planteo y dijo que era una meta a largo plazo.
El miércoles, el presidente admitió que «el crecimiento económico todavía no llegó a todos los argentinos» en un país con 30% de pobreza.
«Argentina está creciendo después de cinco años, aunque no todos los sectores arrancan a la misma vez, pero créanme que el año que viene vamos a crecer más que este año», prometió Macri, que enfrenta en octubre las elecciones legislativas de mitad de mandato, un termómetro de su gestión que según dice «va en el camino correcto».
Jorge Arona, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), disiente: «El único plan económico que tiene este gobierno es el del ajuste y la quita de conquistas y derechos de la clase trabajadora», dice a la AFP cerca de una olla popular en Plaza de Mayo.
La tercera economía de América Latina comenzó a dar signos de incipiente recuperación de 0,3% en el primer trimestre, tras caer 2,3% en 2016.
El aumento de los precios de la canasta básica y de los servicios públicos afecta en particular los sectores más humildes, en un país que el año pasado tuvo una inflación superior a 40% y que acumuló 11,8% en el primer semestre.
También creció el desempleo (9,2% en el primer trimestre frente a 7,6% a fines de 2016), índice que llega a 11,8% en la superpoblada periferia capitalina, donde viven 8 millones de personas y se multiplican barrios humildes.
– «Trabajo y comida» –
«Mi marido trabaja como peón en la construcción y hace meses que no consigue changas (trabajo ocasional). No podemos seguir así, nadie se preocupa por nosotros», se lamentó Marcela Chávez, una boliviana desocupada de 26 años, presente junto a dos de sus tres hijos, en la protesta en la Plaza de Mayo.
Elida Roldán, una empleada doméstica de 53 años que tiene dificultades para conseguir trabajo por su edad, dijo a la AFP que está «cansada de que nadie vea nuestros problemas. Estamos pidiendo ayuda».
«Lo que venimos a pedir es un plato de comida para nuestros hijos y para nosotros. Eso tendría que ser básico, por eso la olla popular. Porque lo que necesitamos es trabajo y comida», lanzó Juan Elizaga, 48 años, que trabaja vendiendo turrones en el tren.