Ciudad Juárez (México) (AFP) – Muy cerca de la frontera con Estados Unidos, un grupo de mexicanos deportados que sirvieron en el Ejército estadounidense celebraron el martes el día de la independencia del vecino del norte, al que advirtieron que siempre necesitarán de migrantes para engrosar sus Fuerzas Armadas.
La cita fue al caer la noche en el parque El Chamizal, en la mexicana Ciudad Juárez (norte), fronteriza con la estadounidense El Paso. Los 25 exmilitares prepararon «hot-dogs», carne asada y pollo frito, saludaron a la bandera estadounidense y lanzaron globos blancos, azules y rojos.
«No podrán hacerlo, dicen eso pero necesitan a la gente latina, mexicana y de varias partes del mundo, somos mayoría«, dice a la AFP el mexicano Iván Ocón sobre las versiones de la prensa estadounidense de que el Pentágono analiza poner fin al reclutamiento de inmigrantes indocumentados a cambio de agilizar su naturalización.
Ocón, al igual que los otros veteranos, se alistó con la esperanza de la naturalización. Estuvo en combate en Irak y apostado en Jordania, pero al regresar a Estados Unidos se vio involucrado en un secuestro, estuvo 10 años preso y el año pasado fue deportado a México.
«Celebramos el día de la Independencia para que vean que nuestra lealtad sigue hacia nuestra bandera, esto es lo que somos», dijo Ocón, de 39 años, al señalar sin embargo que no guarda rencor al gobierno estadounidense pese a que la deportación lo alejó de su familia.
«Hacemos esta celebración porque amamos la bandera, es lo que somos y vamos a seguir protegiéndola hasta donde esté», dijo de su lado Francisco López Moreno, de 72 años, excombatiente en Vietnam y que fue deportado tras intentar comprar cocaína a un agente encubierto.
López se ha convertido en el líder de los veteranos deportados por cometer algún delito y los auxilia para encontrar cobijo y alimento en Ciudad Juárez.