Cuando el ex presidente Barack Obama firmó la Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales, conocida como DAPA, Eva Orozco, pensó que ese decreto la ayudaría a regularizar su situación migratoria.
Pero esa esperanza se desvaneció el pasado jueves 15 de junio, cuando el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Kelly, anunció la eliminación de ese programa, que nunca entró en vigencia.
“Me siento triste, pues porque tenemos a nuestros hijos y no los queremos dejar aquí”, dijo Eva Orozco, de origen guatemalteco. “Pero no pierdo la esperanza de que Dios le ablande el corazón al presidente”.
Desde que asumió la nueva administración, Orozco siente miedo de lo que pudiera pasarle.
“Sigo igual con mi vida pero siempre con temor, por mis hijos, porque no los quiero dejar aquí”, quien lleva 17 años viviendo en Estados Unidos y tiene tres hijos ciudadanos.
La decisión anunciada el pasado jueves 15 de junio por el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Kelly, pone fin a la esperanza de más de 3 millones de inmigrantes de Latinoamérica y otras partes del mundo, como el caso Orozco, para regularizar su estatus y evitar la deportación.
El anuncio se realizó el mismo día que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) llegaba a su quinto aniversario.
«La Administración Trump ha decidido dar el último golpe de muerte a DAPA y DACA extendida, precisamente el día en que celebramos el quinto aniversario de DACA”, dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA. “Esta decisión agrega sal a la herida, ya el principal objetivo de la administración Trump ha sido criminalizar, calumniar y deportar familias desde que asumió el cargo”
De acuerdo con estadísticas del Pew Research Center, más de 3.5 millones de padres con hijos ciudadanos o residentes legales se habrían beneficiado con esta medida. Más de la mitad de los 2.4 millones de inmigrantes indocumentados en California califican para ese alivio migratorio.
“Es una lástima que, en lugar de basarse en lo que ha sido una opción exitosa, práctica y compasiva para abordar la inmigración indocumentada en Estados Unidos, el Presidente Trump y el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional han decidido dar la espalda a las familias inmigrantes”, añadió Salas.
Pero DAPA no solo ayudaría a los padres inmigrantes, ya que el beneficio extendía la protección a unos 330.000 jóvenes que llegaron durante la infancia y que podrían ampararse bajo DACA. Actualmente este programa protege de la deportación a más 1.5 millones de jóvenes indocumentados elegibles.
«La cancelación de DAPA y la ampliación de DACA por parte de esta administración es profundamente decepcionante pero, lamentablemente no es sorprendente”, dijo la congresista Lucille Roybal-Allard, del Distrito 40 de California. “Es una señal más de que la administración no tiene interés en encontrar una manera de mantener unidas a las familias inmigrantes”.
La anulación de DAPA no afecta a los jóvenes amparados bajo el programa DACA original, anunciado por el presidente Barack Obama en 2012 y que ha beneficiado a casi 700.000 inmigrantes.
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