México/Chicago, 5 abr (EFE).- Iván Reyes Arzate, un excomandante federal mexicano, se entregó a la Fiscalía de Chicago (EE.UU.) para ser investigado por obstrucción de las labores de inteligencia y presuntos nexos con el crimen organizado, informaron hoy las autoridades.
«Al conocer que tanto las autoridades de nuestro país como de los Estados Unidos le investigaban, el funcionario decidió entregarse voluntariamente a la Fiscalía de Chicago», explicó el comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, en un mensaje a los medios de comunicación.
Señaló que Reyes Arzate es investigado por la CNS, través de la Policía Federal, en colaboración con la Fiscalía de Chicago y la Agencia Antidrogas de EE.UU., por «probables conductas orientadas a obstruir labores de inteligencia a cambio de un beneficio personal».
A principios de noviembre de 2016 se detectó que el hoy exintegrante de la Policía Federal (PF) mantenía una presunta relación con un operador de una organización criminal, relató.
Por ello, la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal abrió una investigación sobre el caso, que sigue vigente, y el elemento fue separado del cargo ese mismo mes.
Según un comunicado de la fiscalía federal del Distrito Norte de Illinois, Reyes fue jefe de una unidad de la PF encargada de investigaciones especiales que trabajaba con la Agencia Federal Antidrogas (DEA) estadounidense y la fiscalía federal de Chicago, y como tal colaboró con el cártel Beltrán Leyva.
De 45 años y oriundo de la capital mexicana, filtró al cártel información obtenida por agentes federales de ambos países en interferencias telefónicas y fuentes confidenciales, en una investigación de tráfico internacional de drogas y lavado de dinero.
El auto de procesamiento de Reyes, conocido como la Reina, indica que la droga era producida en Colombia, llevada a México y de allí transportada a Chicago para su distribución y venta en ciudades de Estados Unidos por los cárteles de los Beltrán Leyva y de Sinaloa.
Se informó inclusive que Reyes reveló a Arturo Beltrán Leyva, jefe del cártel mexicano, la identidad de una fuente encubierta que informaba a la DEA sobre las actividades de la banda, que fue secuestrada y asesinada por los traficantes.
Arzate, que está detenido en Chicago y comparecerá ante un juez federal el 13 de este mes, fue acusado de conspiración para influir e impedir procedimientos oficiales.