Washington, 27 mar (EFE).- Unas 200 personas se manifestaron hoy en las calles de Boston para pedir la liberación de jóvenes indocumentados detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
A gritos de «Zully, Enrique, Alex, escucha, estamos en la lucha» y «Arriba con la liberación, abajo con la deportación», los manifestantes reclamaron la libertad de los jóvenes inmigrantes indocumentados y activistas Zully Palacios, de 23 años, y Enrique Balcazar, de 24 años, cuya detención consideran persecutorias; y del trabajador indocumentado Alex Carrillo, 23.
Palacios y Balcazar, que son conocidos activistas de Vermont, y Alex, que trabajó en la industria lechera de ese estado, recibieron hoy el apoyo de los presentes a las puertas del edificio federal John F Kennedy, en el que han declarado ante un juez por videoconferencia.
A ritmo de percusión y de trompetas y empapadas por la lluvia, las aproximadamente 200 personas, la mayoría provenientes de Vermont, pidieron que los detenidos salgan libres.
«Mi vida y la de mi hija ha sido muy dura desde que detuvieron a Alex (…). Le extrañamos tanto cada día que no está con nosotras», aseguró la esposa de Carrillo, Lymarie Deida, junto con su hija de 4 años.
Sin embargo, en un comunicado enviado a Efe, el portavoz del ICE en Nueva Inglaterra, Shawn Neudauer, aseguró que los agentes federales no realizan arrestos selectivos y que sus detenciones no persiguen a individuos basándose en sus inclinaciones políticas o su activismo.
«ICE dirige sus detenciones a los extranjeros con antecedentes penales y a las personas que exceden sus visados en un período significativo de tiempo», explicó Neudauer.
«Si los agentes de ICE encuentran a otras personas durante el curso de sus deberes legales, que también tienen problemas de inmigración e independientemente de su historial criminal, pueden conducir también a su detención en el momento», añadió.
Otras 10.000 personas firmaron la petición para que sean liberados Palacios y Balcazar, tras su detención el pasado 17 de marzo en el municipio de Burlington (Vermont), dos días después de la de Carrillo.
Palacios y Balcazar son organizadores comunitarios defensores de los derechos de los inmigrantes y no cuentan con antecedentes penales, lo que suele suponer el objetivo prioritario de arresto de las autoridades de aduanas estadounidenses.
Palacios se quedó ocho meses más en el país tras el vencimiento de su visado y fue detenida sin fianza.
Balcazar, por su parte, cuenta con una fianza de 14.000 dólares y está en el país sin autorización, mientras que Carrillo ha sido absuelto de conducir bajo los efectos alcohol.