Los Ángeles, 21 feb (EFE).- La mala calidad del aire podría aumentar el riesgo de diabetes en niños hispanos, reveló un informe publicado por la Universidad del Sur de California (USC).
El artículo «Polución del aire ligada a un aumento del riesgo de diabetes tipo 2 en niños obesos latinos», publicado en la edición del 7 de febrero de la revista especializada ScienceDaily, mostró una preocupante relación entre la polución del aire y el incremento de riesgo de diabetes tipo 2 en niños latinos.
Los investigadores de USC hicieron seguimiento durante tres años y medio a los índices de polución del aire y la salud de los niños en los vecindarios afectados, encontrando una propensión mayor a este tipo de diabetes en los menores hispanos.
Tanya Alderete, investigadora líder del estudio y académica de la Escuela de Medicina Kerc de USC, señaló a Efe que algunos cambios en los hábitos diarios pueden beneficiar a los hispanos.
La investigadora destacó que «el aire de Los Ángeles es contaminado en muchas áreas», por eso recomendó tratar de controlar algunos factores de la vida diaria para evitar la exposición de los menores.
Así, por ejemplo las horas de la mañana no son las mejores para hacer ejercicio al aire libre en áreas de mayor contaminación, como por ejemplo cerca de las autopistas o de las fábricas.
El análisis encontró que la exposición al aire contaminado puede disminuir la producción de células beta especialmente en el páncreas, «que producen insulina y mantienen el apropiado nivel de azúcar en la corriente sanguínea».
Según destacó Alderete, el reporte evaluó los datos de 314 niños latinos obesos o en sobrepeso que tenían entre 8 y 15 años de edad cuando comenzó la investigación, y que no presentaban síntomas de diabetes tipo 2 al inicio del proceso.
Al confrontar los datos, los autores del informe encontraron que una vez cumplidos los 18 años, los jóvenes tenían un 27 % más de insulina en la sangre luego de un ayuno de 12 horas.
Igualmente, luego de un test especializado de glucosa tenían 36 % más insulina de lo normal indicando que su cuerpo presentaba una respuesta menor a la insulina, un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cerca de 8,1 millones de personas en Estados Unidos tienen diabetes, pero no han sido diagnosticadas, lo que aumenta el riesgo de otras afecciones como embolias, daños renales y Alzheimer.