Washington, 14 feb (EFE).- El presidente, Donald Trump, eliminó hoy una norma aprobada durante el mandato de su antecesor, Barack Obama, que habría obligado a las compañías energéticas a hacer públicos sus pagos a Gobiernos extranjeros, una de las muchas regulaciones demócratas que los republicanos quieren deshacer.
Trump firmó una ley impulsada por los líderes republicanos en el Congreso que pone fin a una regulación finalizada el año pasado por la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EEUU para cumplir con la ley de reforma financiera aprobada en 2010 por Obama y que el nuevo mandatario quiere revocar.
La regulación exigía a las compañías energéticas y mineras que cotizaran en bolsa en EEUU que hicieran públicas las ganancias y pagos que habían hecho a Gobiernos extranjero, con el fin de combatir la corrupción en países ricos en esos recursos.
«Esta es una firma (de ley) muy grande, una firma muy importante. Es una de las muchas que hemos firmado y tenemos muchas más pendientes», dijo Trump al firmar la ley, la tercera que rubrica desde que llegó al poder el 20 de enero.
El mandatario, que firmó la ley junto al líder republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y otros congresistas, reiteró que su Gobierno «recuperará los empleos» en «el sector de la energía», la industria y la minería.
La medida es una de varias que están impulsando los republicanos para beneficiarse de una ley de 1996 que llevaba casi dos décadas sin utilizarse, y que permite a un nuevo presidente y al Congreso el poder de revocar las normas y regulaciones promulgadas por la anterior Administración en sus últimos 60 días legislativos.
Los republicanos también quieren usar la ley para derogar, entre otras, una norma que prohíbe que las empresas mineras y de carbón tiren deshechos en ríos cercanos, y otra que exige a los contratistas federales que certifiquen su cumplimiento con las normas laborales del país.
«Esta resolución es el comienzo de un plan para dar marcha atrás a regulaciones de la era de Obama, que han costado a las empresas y los consumidores la friolera de 890.000 millones de dólares y han hecho que nuestras empresas sean menos competitivas», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, a los periodistas.
A la regulación eliminada hoy se oponían petroleras como ExxonMobil -dirigida hasta hace poco por el ahora secretario de Estado, Rex Tillerson- y también la Cámara de Comercio de EEUU, que argumentaban que las empresas podían perder competitividad frente a otras extranjeras si publicaban sus términos de contrato.
En cambio, la oposición demócrata en el Senado consideraba esa medida un mecanismo clave para la transparencia y el «combate a la corrupción y el fraude», en palabras del senador progresista Sherrod Brown, que pertenece al comité bancario de la Cámara Alta.
«Esta norma protege a los ciudadanos e inversores de EEUU para que sus dólares no vayan a parar a los bolsillos de oligarcas corruptos en el extranjero», dijo Brown este mes en referencia a esta ley.
Mientras la reforma financiera de 2010 siga en pie, la SEC está obligada a crear algún tipo de norma de transparencia para las industrias extractivas, por lo que deberá redactar otra regulación distinta a la derogada hoy.