Washington, 7 feb (EFE).- El nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, inició hoy contactos con sus homólogos de Australia, Japón y Corea del Sur, a quienes expresó su voluntad de reforzar la cooperación militar, económica y diplomática, según informó la sede de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Las llamadas llegan menos de una semana después de que el presidente, Donald Trump, mantuviera una tensa llamada telefónica con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, sobre los 1.250 refugiados que se comprometió a recibir el expresidente Barack Obama.
El Departamento de Estado no aclaró en su comunicado si Tillerson habló con la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, sobre la conversación entre sus respectivos jefes, y se limitó a indicar que el jefe de la diplomacia estadounidense le expresó su determinación de «trabajar juntos en prioridades regionales y globales».
«Tillerson reiteró la intención de la Administración de fortalecer las alianzas militares y económicas y la cooperación diplomática» con Australia, Japón y Corea del Sur, indicó el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Mark Toner, en el comunicado.
«Todos los ministros se mostraron de acuerdo en la importancia de una cooperación estrecha para afrontar los retos que presenta el Estado Islámico (EI), el reto de los programas ilegales de misiles y nuclear de Corea del Norte, y las tensiones en los mares de China Oriental y Meridional», agrega la nota.
Tillerson expresó su interés en mantener reuniones «pronto» con sus homólogos, y su «profundo respeto» por las contribuciones de esos países a «la seguridad regional, la prosperidad global, las instituciones democráticas y la legalidad» internacional, concluye el comunicado.
El Departamento de Estado no quiso confirmar si, durante su llamada con el ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, Tillerson le expresó el compromiso de su país con la defensa de Japón y su apoyo en la disputa territorial que mantiene con China por las islas Senkaku (Diaoyu para los chinos).
Esa versión, expresada hoy en un comunicado del ministerio japonés de Exteriores, provocó hoy críticas del Gobierno chino, que instó a Estados Unidos a que «se abstenga de hacer declaraciones y llevar a cabo acciones que intensifiquen la disputa».