A Magaly Servín le gusta su profesión de cosmetóloga pero no ha podido ejercerla en forma apropiada en California por carecer de licencia para ello.

“Ahorita lo estoy trabajando por mi cuenta pero algún día me gustaría tener mi propia compañía. Esa es mi aspiración”, dijo Servín, residente en Santa María, condado de Ventura y quien tiene 25 años trabajando en ese ramo.

Al igual que Servín, su amiga Marisela Gámez desea tener su propio negocio para ejercer su profesión.

“Nuestro trabajo es bendito, es maravilloso el tener a nuestras gente hermosa. Y más que nada, poder seguir trabajando con nuestros latinos para seguir adelante”, dijo Gámez, quien también se graduó hace 25 años como estilista en Sonora, México.

“Esa es nuestra meta, tener nuestro propio local y seguir estimulando a los jóvenes para que esta carrera no caiga”, añadió Gámez.

Una ley que les permite licenciarse

Tanto Servín como Gámez decidieron conseguir la certificación de cosmetología bajo la Ley SB 1159 que permite a los inmigrantes indocumentadas obtener una licencia en 43 profesiones diferentes.

El autor de la ley es el Senador Ricardo Lara, del Distrito 33 de California.

Xóchitl Camargo, inspectora del Departamento de Protección al Consumidor de California (DCA) destacó que en el campo de la cosmetología, se otorgan licencias para barberos, cosmetólogos, manicuristas, esteticistas y especialistas en electrólisis.

La persona que obtiene la certificación en cosmetología, resaltó Camargo, estará licenciada para realizar trabajos de manicurista y esteticista

Los interesados solo deben presentar un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN), una licencia de conducir de California y las credenciales de estudio realizados en el área en que desea certificarse.

Si estudio se realizó fuera del país, esas credenciales deben pasar por una oficina de evaluación asignada por la Junta de Barbería y Cosmetología de California (BarberCosmo). La persona que no tenga las suficientes horas para tomar el examen, deberá completar los estudios en una escuela aprobada por el estado.

El examen se ofrece en español y si la persona lo aprueba, recibe su certificado ese mismo día. La licencia debe renovarse cada dos años.

“No necesitan pagarles a alguien que les ofrezca darles una licencia a cambio de dinero”, dijo Camargo. “El departamento si tiene cuotas, que son mínimas para obtener la licencia”.

Una licencia profesional para los inmigrantes indocumentados
Janet Pineda (izquierda), Magaly Servín, Marisela Gámez y José Medina desean obtener la certificación de cosmetología para su desarrollo profesional (Foto: Hispanos Press)

Esfuerzos continuos para informar sobre la certificación

Verónica Harms, portavoz del DCA, destacó que hasta ahora han recibido más de 3 mil solicitudes para certificaciones desde que entró en el 2015.

El DCA supervisa las juntas encargadas de otorgar licencias en 250 distintas profesiones, en California incluyendo BarberCosmo.

“Las juntas lo que hacen es establecer el conocimiento mínimo para la gente, para que cuando vayas a recibir un servicio, sepas que tienen el requisito mínimo para hacer ese trabajo”, dijo Harms. “Pero también [ayuda] a los consumidores que tengan alguna queja ir a la junta y hacerlo”.

Harms también resaltó que aún continúan los esfuerzos para educar a los inmigrantes indocumentados sobre la obtención de esta licencia, ya que aún existen personas que desconocen esta ventaja.

“Sabemos que hay inmigrantes que tienen la educación y están aquí y ocupan trabajar. Por eso se realizó esta medida, porque queríamos que los estudiantes que vinieran [a Estados Unidos] y tuvieran la educación, puedan obtener esa licencia y trabajar aquí en California”, dijo Harms.

Ese fue el caso de José Medina, quien estudió en México pero tuvo que hacerlo también en Estados Unidos como una forma de revalidar sus estudios en este país.

“Es una ventaja porque mucha gente que estamos trabajando sin licencia podemos trabajar con una y sentirnos más seguros, porque ahora estamos trabajando con miedo”, dijo Medina, poco antes de comenzar un taller informativo sobre el tema realizado recientemente en el Consulado General de México en Los Ángeles.

La certificación, considera Medina les evita tener que pagar multas de hasta mil dólares en caso de enfrentar una inspección y no están licenciados.