El pequeño Reuben, de 9 años padece el Síndrome de CHARGE y deseaba nadar con los delfines. Hace cinco años logró cumplir ese sueño con toda su familia en Florida.

“Fue una gran experiencia para todos nosotros. Tuvimos la oportunidad de participar como familia y pasar tiempo juntos”, dijo Catherine Lacey-Dodds, madre de Reuben.

Debido a su padecimiento, Reuben ha sido sometido a 19 operaciones, incluyendo dos de corazón abierto y ha perdido un poco su capacidad auditiva. Pero a pesar de ello, es un niño con “mucha dedicación y amor por la vida”, señala su madre.

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El pequeño Reuben cumplió su deseo de nadar con delfines (Foto: Hispanos Press)

En agradecimiento por ayudar a su hijo a cumplir su deseo, Lacey-Dodds ofrece sus habilidades de fotógrafa profesional como una forma de trabajo voluntario.  

Rubén es uno de los miles de niños que ha cumplido su deseo a través de  Make-A-Wish, organización sin fines de lucro que apoya los sueños de los niños que padecen una enfermedad que dificulta un poco sus vidas.

Durante la Caminata por los Deseos que se celebra anualmente en Los Ángeles, él y su familia formaron parte de los miles de personas que demuestran su gratitud y apoyo hacia la organización con la asistencia al evento.

Iris Gelt-Warner, vicepresidente de comunicaciones de la organización señaló que, además de recaudar fondos, el objetivo del evento era el “crear conciencia sobre ‘Make-A-Wish’ y mostrar a la comunidad lo que hacemos y que a su vez conozcan a los niños a quienes les hemos cumplido su deseo”.

Logran que los sueños se hagan realidad

La organización nacional nació en Phoenix, Arizona, en 1980 después de cumplir el deseo del pequeño  Chris Greicius, quien padecía de leucemia y queria ser policia. Actualmente existen 53 sedes en todo el país, incluyendo la de Los Ángeles, fundada en 1983.

Para lograr el cumplimiento de un deseo el paciente es recomendado por sus padres o tutores legales, su médico, o trabajador social. Debe tener una edad comprendida entre 2 y medio a 18 años y padecer una condición médica que ponga en riesgo su vida.

“No significa que estén en una etapa terminal sino que sea una condición que les cree retos en su vida”, Gelt-Warner, resaltando que una vez que el niño o joven es escogido, los voluntarios de Make-A-Wish comienzan su trabajo para determinar el tipo de deseo y cómo llevarlo a cabo.

500 voluntarios en el área de Los Ángeles que trabajan directamente con las familias para lograr que los sueños se hagan realidad. Make-A-Wish Los Ángeles ha hecho realidad 9 mil deseos en sus 33 años de existencia, con un promedio de 350 al año.      

Gelt-Warner señaló que la organización también desea llegar más a la comunidad latina de Los Ángeles y por lo tanto buscan voluntarios que sean bilingües.

“Sabemos que hay niños en la ciudad que califican por un sueño pero que debido a la barrera del idioma u otros retos, no lo saben”, dijo Gelt-Warner, destacando que el 60 por ciento de los niños que ayudan son de familias que hablan español. “Agradecemos a cualquier persona que desee ayudarnos y conocer a una familia”.

Cuatro tipos de deseos

Los deseos se clasifican en cuatro niveles: “Deseo ser”, en donde el paciente se convierte en un personaje; “Quiero conocer”, en donde se le ofrece la oportunidad de conocer a una persona a la que admiren; “Deseo ir”, en donde cumple su deseo de visitar un lugar; y “Deseo tener”, que puede incluir computadoras o cualquier otro objeto como un piano.  

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Hailey Martínez pudo visitar Disneyworld con su familia (Foto: Hispanos Press)

“Los niños nos han dicho que, una vez que se enteran que se les cumplirá un deseo, se sienten más fuertes, más valientes”, dijo Gelt-Warner. “Incluso los médicos nos han dicho que cuando tienen a un niño al que se le ha cumplido un deseo, ven una gran mejoría en su salud”.

Al igual que Reuben, la pequeña Hailey Martínez, cumplió su deseo de ir a Disneyworld en mayo del año pasado. La niña de seis años estuvo en tratamiento durante el 2014 debido a un cáncer en unos de sus brazos pero ya se ha recuperado.

“A ella le gusta venir a la caminata porque se acuerda que esta fundación fue la que le cumplio su deseo”, dijo su madre, Mary Martínez. “Pero también participamos para ayudar a que los demás también se les cumplan sus deseos. Debemos ayudar a todos”.

Embajadores para ayudar a otros

Muchos de esos niños se convierten en embajadores de la organización para dar a conocer la labor de Make-A-Wish y como otros pueden colaborar.

“Los niños son maravillosos. Son tan valientes”, dijo Gelt-Warner. “Después que se les cumple el deseo y han completado su tratamiento, se les ve progresar y el cumplimiento de su deseo se convierte en parte de sus vida”.

A la caminata anual asistieron unos 50 niños del área de Los Ángeles a quienes se les ha cumplido su deseo.

“Ellos regresan para formar parte de la familia ‘Make-A-Wish’ y ayudarnos a recolectar dinero para cumplir deseos a otros niños, en la misma forma en que ellos lo obtuvieron”, añadió.

El esfuerzo para cumplir un deseo

Cumplir cada deseo, señala Gelt-Warner, tiene un costo de aproximadamente 8 mil dólares, por lo que siempre agradecen las donaciones. Durante la caminata anual se recaudaron mas de 200 mil dólares y su meta era de 270 mil.

Sin embargo, las personas pueden donar durante todo el año para ayudar a los niños y jóvenes que reúnen los requisitos puedan lograr el deseo con el que ellos sueñan.

“El dinero que estamos recogiendo nos ayuda a cumplir estos deseos. Cada dólar cuenta”, dijo Gelt-Warner.

Ese mensaje llegó hasta Carlos Valencia y su familia. Aunque su hijo está sano, ellos consideran que es necesario ayudar a otros pequeños menos favorecidos en salud para que sus deseos se hagan realidad.

“Es muy importante que apoyemos este tipo de organizaciones porque hay muchos niños que padecen enfermedades y las familias necesitan ayuda”, dijo Valencia, residente en Pico Rivera. “Gracias a Dios nuestro niño es saludable pero siempre estamos pensando en las familias que no tienen lo mismo”.